Me encuentro con mi amiga y con su amigo al cual no conozco.
Apenas lo veo a su amigo sé que es un imbécil. No sé como lo sé, simplemente lo sé.
No me equivoco.
Tomamos algunas cervezas. Charlamos. Nos reimos. Todo va bien a pesar de que nos estamos mojando.
Llueve. ¿Si hay humedad?...puff...terrible.
...........
En la fiesta hay, sobre todo, pendejos. Muchos pendejos. No sé de donde habrán salido. Típica salida "de compromiso". Ambiente choto. Muy choto. Pendejos que escuchan cumbia y cuarteto. Pendejos estudiantes que se emborrachan y hacen el ridículo.
Mi amiga me mintió. Lo supe desde un principio. Su "amigo" no es en realidad su amigo. Con ese chico ella está/estuvo saliendo. Encaja a la perfección con su descripción. Tomamos más cerveza. La gente te toca con sus cuerpos calientes. Qué asco. La gente (o los pendejos) están húmedos.
El amigo de mi amiga (el imbécil) me saca a bailar....OHHHHH...jajaja y bailoteamos un poco de cuarteto. Si: C U A R T E T O. Me debo haber visto como el ser humano más ridículo del mundo bailando eso. Pero me divierto. Bailando con el imbécil, pienso como será en la cama (los imbéciles también cogen! si lo sabré yo...) y mi conclusión es rotunda y determinante:
es eyaculador precoz.
Bailamos mucho. Vuelta por aquí, vuelta por allá, mientras mi amiga mira desde un rincón. "Ahá". Mi amiga vuelve con un vaso enorme de algo amarillo. "Cerveza", pienso. Pero no. Es dulce. Muy dulce. Tomo, tomo, tomo. "¿Qué es esto?". "Speed con vodka", me dice. "Qué asco", pienso y sigo tomando.
Me canso de bailar. "Ya está". Y le entrego a mi compañero. Bailan. Cumbia, cuarteto, toda esa mierda. Hay una pendeja que está monumental. Tiene un par de tetas impresionantes, un culo (entre envidiable y apetitoso) y un pelo alborotado y negro que le da la cuota de gato que tan bien le queda. No dejo de mirarla. Se me desatan los cordones de las zapatillas y dejo el VASO sobre una mesa. "Alguien lo va a tirar", pienso. Uno, dos, tres: el VASO está en el suelo. Mierda. Yo ahí agachada en el medio de tanta gente lamentándome por un vaso de "speed con vodka". La gorda que tiró el VASO nunca sabrá el mal que me hizo. "Este crímen no puede quedar impune", pienso. Pero queda.
Ha llegado la hora. Ya estoy lo bastante picadita como para irme. No tengo ganas de buscar a nadie. Mi amiga y el imbécil "se perdieron". Estoy a punto de mandarles un mensaje diciéndoles que me voy, cuando aparecen diciendo: "¿dónde te habías metido? ¡¡hace un montón que te estamos buscando!!". No dudo de sus palabras. Deben haber pasado delante mio mientras yo miraba al líquido color ámbar pegotearse en los zapatos de la gente. "Yo me voy", les digo. "Nosotros nos quedamos un ratito más", me responden.
Salgo a la calle. Está húmedo y fresco. Preciosa libertad. Preciosa independencia de no tener que volverme "con", a la hora "tal" y encontrarnos en determinado lugar "para". La noche es mia. Estoy feliz.
Camino. Unos pendejos boludos rompen botellas. Un pendejo boludo se cae. Un pendejo boludo me saluda. Está lleno de pendejos boludos en la calle. Eso es lo único malo.
Camino. Simplemente. Aveces fumo. Aveces miro hacia adelante. Aveces los porteros de los dificios me miran. Soy una chica caminando sola a las 3 de la madrugada. La zona no es peligrosa. Está lleno de bares, de borrachos, de chicas que caminan moviendo sus joviales culos.
Cruzo caminando la zona "divertida". Me hago pis. Quiero hacer pis urgente: lo necesito. Paso de los bares. Ninguno me convence. La zona dónde estoy ya no es tan "cheta". Me doy cuenta por que "acá" los borrachos están tristes. Sentados en las veredas. Algunos me dicen "hola". No doy más: necesito hacer pis. Entro al primer tugurio que veo. Un fast food. Adentro hay dos chicas y una pareja. El lugar es un espanto. La puerta del baño no cierra. Las luces no andan. En fin. Hago pis y me voy. Recobro parte de mi conciencia y sigo caminando. A full. A mil. "Culpa del speed con vodka", me digo. Camino, rápido, camino, camino y camino. Paso de otros bares. Me gustaría sentarme a tomar algo sola, pero no: quiero caminar. Llego a una plaza. La plaza donde solíamos pasar las noches con el oscuro (charlando, riéndonos, durmiendo, tocándonos, dandonos besos y etc.). ¿Voy o no voy?. "En la plaza podría pasarme cualquier cosa. Está oscura, no hay nadie...". Decidido: voy a la plaza. Me siento sobre un banco y me ato (otra vez) los cordones de las zapatillas. Estoy convencida de que estoy completamente sola cuando desde la vereda de enfrente algo parecido a un maniquí, me saluda con la mano. Lo miro. Me saluda. Lo vuelvo a mirar. Ya no hay nadie. Extraño. En el centro de la plaza hay un gran circulo que está a 10 centímetros por debajo del nivel del piso. Por supuesto, meto las patas y camino. Agua de lluvia. Agua con tierra. Agua de ciudad. Lluvia acida. La zona se pone peligrosa en serio. Cruzo la calle. Otra plaza. Acá me cruzo con una familia que se rie de mi (o se rie de ellos) y con dos chicos que no alcanzo a ver. La zona se pone peligrosa de verdad. Cruzo la segunda plaza. Un hombre con short y camiseta blaca entra a un edificio. Camino, camino, camino. Algunos autos me tocan bocina. Sigo caminando. Tengo un límite: la zona de las putas. "Ahí me tomo un taxi", pienso. Camino y camino hasta que llego a la zona de ls putas. "Mierda, este lugar está horrible". Pasan muchos autos, muchos taxis (todos llenos). Imaginá: yo parada en una esquina de mala muerte, sola, esperando un taxi abajo de la semilluvia que no dejó de caer en ningún momento. Ahora si tengo miedo. Por fin aparece uno. Me pregunta si "voy para allá". "Si", le digo. Al subir, suena una canción, tipo salsa, que dice algo así como: "valió la pena, haber venido hasta acá para verrrrrteeeee". "Si, si valió la pena haber hecho esto". Toda esa libertad para mi sola. Sin nadie detrás mio que me zumbe al oido. Que me diga: "noooo, no vayamos por allá es peligroso". Estar solo no es malo si se sabe disfrutar. Yo por el momento la paso mejor cuando estoy sola que cuando estoy acompañada...