sábado, noviembre 25, 2006

Solo

Volvés a lo mismo de siempre: la soledad.

La soledad aquí, la soledad allá, la soledad por todas partes mimetizándose con las manchas de humedad que hay en la pared (que aveces parecen espiarte e incluso aveces pareciera que se te cagan de risa).

Volvés a lo mismo de siempre por que tus pensamientos son circulares, finitos: demasiado lógicos y coherentes. Digamos que faltos de creatividad. Tus pensamientos te llevan siempre al mismo lugar: tus pensamientos son un toroide desmagnetizado.

Reflexionás un poco: "la soledad no es tan mala". Pero no podés con tu genio y llamás. Llamás, llamás y llamás. Nadie responde nunca. Nadie nunca tiene ganas de hacer nada. Todos están ocupados. Estudiando, lavando los platos: rascándose el higo.

"Todos tienen cosas que hacer", te decís resignado. Vos no. Vos no tenés que hacer nunca nada. Ni con nadie. Y he aquí el pensamiento circular, la misma cadena mental finita que concluye indefectiblemente igual: siempre estás solo.

1 Delirios ajenos:

Anonymous Anónimo said...

¡¡¡¡¡muy buenos tus ultimos post¡¡¡



(no muerden)

5:46 a. m.  

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