sábado, noviembre 11, 2006

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Enloquecer. Eliminar todo rastrojo de razón. Perder el equilibrio mental. Dejarse persuadir por el absurdo, la falta de razocinio. Inventar universos dentro de universos.

Cargar el cerebro con risas ajenas. La estupidés en su máxima expresión. La noche. El baile desaforado y falto de buen gusto.

Ser profeta en mi pieza. Desarmar los rompecabezas y pegarle un tubaso a la nostalgia. Para que vuelva. Para poder sentir algo más que bronca y asco por todo.

Como un fusilamiento de las ideas, de mi proyección y de mi regresión hacia el futuro. Ir y venir. Dejarse caer. Morir. Resucitar. Anclar un barco en la costa y huir. Ser fanstasma.

Corromper los límites del miedo.

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