lunes, abril 27, 2009

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Le tengo miedo a la información y a las palabras. Sobre todo a esas palabras que te quedan retumbando por los siglos de los siglos como martillos forjandote la parte de adentro de la cabeza. 

Algunos días tengo miedo de que me digan que me voy a morir. Otros días tengo miedo de que me digan que no me quieren. Suena como si estuviera trastornada pero no me importa. 

Doy vueltas en la cama. El corazón me galopa el pecho. Casi cuando me duermo abro los ojos de golpe, no respiro, miro en la oscuridad las cosas que me pasan. Ya no quiero pensar más digo, lloro, lloro, digo. Y por fín me duermo definitivamente. 

Cuando me despierto...estoy viva. Y durante la noche me convertí en el relleno de un canelón de sábanas y colchas. Tengo los brazos atrapados, los pies se salen por el otro lado y los pelos del flequillo me hacen cosquillas en  la naríz. La situación es divertida pero me hago pis. 

Me desenvuelvo de la situación en la que me ví envuelta y afronto el día de la mejor forma que me sale.

Vida sana. Ejercicio aeróbico. Nada de frituras ni de chocolates. 

Del pucho no dijo nada.

Entonces opto por tomar coraje y presentarme a mí misma a la nueva yo. 

jueves, abril 16, 2009

Doña yo

Oh Dios.

¿Qué día, ves?.

Entre obras sociales y jeringas. Y mis arranques de histeria que ultimamente -aunque no parezcan- son delicados y efímeros comparados con el estándar de mis ARRANQUES DE HISTERIA. Pero a eso él no lo sabe.

Después llegar a casa y ver en facebook tantas invitaciones a tests pelotudos como te puedas imaginar: "¿si fueras un pedazo de caca de qué color serías?" "¿es tu novia una conchuda?" " ¡descubrí ya si tu novio es un imbécil!".

¿Y la televisión? que cada día es más irritante. Pero sin hablar de la programación, lo cual es un tema aparte. Lo irritante son las publicidades que hay que fumarse en las extensas, osea EXTENSAS pausas comerciales. Como las de los productos que las grandes compañías (como La Reputísima) producen para salvarnos la vida de todos los males que aquejan a la humanidad (como las cacas duras o la falta de calcio). O las publicidades de productos de limpieza donde salen amas de casa con retrasos mentales tan severos que dan pavor. Como si alguien pudiera ser feliz limpiando hinodoros y lavando calzones todo el día: reinas infelices de los quitamanchas. 
Otras terriblemente irritantes son las publicidades de medicamentos tan altamente sofisticados y perfectos que hay que tomarlos a todos y cada uno de ellos porque más que analgésicos, expectorantes, antinflamatorios y antifebriles son golosinas mágicas que van a transportarnos delicadamente a un mundo de salubridad y bienestar espiritual: pastillas para no soñar.  

Aveces yo no sé cuán lejos estoy del perfil de la jubilida criticona que no tiene otra cosa que hacer en sus desocupados días. 

Pero lo positivo es que siento que me faltan unos buenos trancos para sentarme detrás de la ventana a vigilar lo que pasa en el barrio.


lunes, abril 06, 2009

Capítulo primero Versículo idem

...entonces descendió del monte sagrado y le dijo con voz pausada: "tengo la impresión de que tu amor fraternal por los animales se relaciona directamente con tu aversión a la misantropía".

Fué entonces cuando Miná (hija de Manón) regresó al mundo de los mortales con el alma tranquila y con un interrogante menos.

jueves, abril 02, 2009

Trámite

Sea cual sea el momento en el que presentes los papeles, ellas te va a decir -sin levantar la vista y con voz de corneta constipada- "esto lo tendrías que haber presentado antes".

Zorras.

miércoles, abril 01, 2009

Desempolvando yoguins.