Casas y huecos
Aparte de estar hormonalmente mas sensible, tengo mucha verguenza, mezclada con bronca y con algún ingrediente lejano de desilución. Me mandé un mocaso....y ahora estoy tristemente arrepentida..ufa.
Me vieron en pelotas!! que verguenza!!!. Pero estoy intentado autoreprimirme y no pensar, no pensar, no pensar, no pensar. Yo supongo que ésta técnica tiene que dar resultado...pero sin embargo sigo buscando la forma de no pensar.
La casa era vieja, grande, rara. Porque apesar de ser vieja y grande, no tenía la estructura de una casa normal. Había un horno de barro en el living, muchos sótanos (uno de los cuales tenía una caldera enorme), un baño con dos bañaderas, revestido de hermosas piedras azules, y una sola habitación.
No paraba de pensar en que clase de gente, podría haber vivido en esa casa.
Los chicos se disfrazaron, y parecían disfrazados de sus propios futuros. Ami me daba mucha tristeza pensarlo así, pero cada disfráz, parecía haber sido perfectamente diseñado para cada uno de ellos. Me angustiaba la nena que estaba disfrazada de payaso. Y caminaba como perdida por el salón, mientras se pisaba las botamangas de ese nefasto pantaloncito amarillo. Otra nena estaba completamente perdida, dentro de la fiesta, pero afuera de este mundo, me hacía acordar ami. Miraba todo, incluso parecía tonta, pero su cerebro estaba mas hallá de las canciones y los bailes, analizaba, pensaba, descubría, miraba. Todo su mundo era invisible al resto de los mortales, y ella era la reina en su tierra de fantasía. Todo ese juego me entristecía de tal manera que no lo podría explicar. Tanto futuro adelantándose en el presente, de una manera, yo diría, morbosa. Era chicos, chiquitos, viviendo su futuro de una manera ingenua y transparente...
En el patio habían 4 tumbas, yo estimo que eran de animales. Un tanque de agua que podría haber abastecido a todo el barrio, y muchos árboles de fruta. La casa era encantadora, lo que ocurría adentro, no. Yo pensaba en las fiestas, en los chicos, en la casa y no me detuve ni un momento a recordar, si alguna vez ya había estado ahí. Si alguna vez estuve disfrazada de lo que sería ahora, si alguna vez el destino me dió señales de mi futuro (aunque completamente inútiles, por supuesto). Si alguna vez alguien me vió disfrazada de gnomo, con un bonete verde, girando alrededor de mi misma, perdida entre la gente grande que se ríe de todos nosotros, haciendo gestos de burlas macabras.