Trato de acordarme eso que me dije que: "no debería olvidar" y que olvidé. Como aquella vez que me dijeron: "nunca nos olvidemos de este momento ", y acto seguido lo hice un bollo y lo emboqué acertadamente en la papelera de reciclaje. Al momento. A la persona. A todo. El problema vino un día de nostalgias: "¿Te acordás de esa vez que te dije que nunca deberíamos olvidarnos de aquel momento?". Y no, yo ya no me acordaba.
(creo que había un mar, piedras, un acantilado y ruido de olas).
Pero el caso es que estaba tratando de acordarme de algo que me olvidé.
"Vos tenés mala memoria porque no la ejercitás" - me dice Consuelo -
Y es que...me olvido de ejercitarla - respondí reflexiva cuando ella ya se había ido.
Si.
Tenía que ver con la superficie de la piel. Con una espalda, con besos. Con contacto físico. Pero no consigo capturarlo del todo. Está ahí. Jugando a escaparse de mi conciente. Arrebatándome la tranquilidad y la parsimonia chiclosa de este sábado gris (celeste-gris-celeste-gris). Tenía que ver con decir "te quiero". Irracionalmente, como debe ser.
(Se acerca furiosa una imágen de mí en el pasado, me da una cachetada violenta y se va). (¿volverá al pasado?). (¿se irá al futuro a reclamarme otra cosa?).
(Me dice algo de mis principios, yo le respondo que a mis principios los dejé para el último. "Entonces no eran principios", me responde altiva. "En su momento lo fueron, pendeja irreverente", le digo y sigo en plan de violar las palabras con tinte ganador).
("Chupame el glande" me dice gritando desde el 2001).
("Cerrá el culo", le respondo desde octubre del 2007).
Como decía.
No sé qué decía.
¡¡Ahh!!. Si. De la superficie de la piel, los besos y otros recuerdos volátiles que andan sueltos por mi memoria como un racimo de globos.
Pero qué sé yo. Creo que ya no importa acordarme de algo que olvidé. Ahora que me siento mejor, prefiero dedicarme a olvidar asuntos que aún recuerdo.
Cosas que no me hacen bien, ¿viste?.