lunes, abril 16, 2012

Wally

Mirá que seguido que paso por acá. ¿Te das cuenta?. Si, si, estoy triste otra vez. Pero triste en serio y en secreto. Lloro a escondidas como ya es costumbre y después me lavo la cara y sigo llorando.

La vecina está loca. Por dios, está muy loca.

- ¿Vos cómo tomás el mate? ¿Dulce o amargo?.
- Amargo, nomás. No le pongo nada. Con lo cara que está ultimamente ni yerba le pongo.

La vecinita loca pone la música al mango y grita, con gritos estremecedores. Tan seriecita que parece en la verduleria...

Y entonces yo hablaba sobre mi tristeza. Y sobre que finalmente voy a decirle a mi psicóloga lo que ella todavía no se dio cuenta; soy una persona depresiva. No la culpo de no haberse dado cuenta porque mi depresión es escurridiza y fantasmagórica.
Como un holograma que aparece y desaparece y que va y que viene a su azaroso antojo. Y yo la oculto porque me avergüenza y porque no quiero reconocer a esa hija bastarda que estoy pariendo desde hace años. A menudo mis días se llenan de pensamientos negativos, sobredimensiono cualquier tropiezo y minimizo los éxitos: no soy digna de hacer nada bien. Mi destino es equivocarme una y otra y otra y otra y otra y otra y otra vez. Y no aprender nada en el camino. Porque soy una pelotuda incapaz de aprender algo. Mi vida transcurre y yo no sé hacer nada. No tengo talento ni vocación de nada. Todo me aburre, todo me cansa y todo final y decisivamente acaba por decepcionarme. Soy una persona depresiva porque no entiendo cómo es ser feliz y porque siento que estoy en este mundo como un maniquí, un extra de una película. Yo soy todos menos Wally.

Y que estoy triste.

domingo, abril 15, 2012

Refugio

La cama tiene un vórtice con mi silueta en donde el tiempo se detiene.
Ser sincera me caga la vida.

miércoles, abril 11, 2012

Soy down soy down soy down. Aunque no se me note en la cara te juro que soy re down.