Entre nosotras.

Soy la Maja desnuda, Malena, Matilde, soy un naranjo en flor, soy una Magdalena, la Mona Lisa, la Venus del Milo. Soy hermosa cuando estoy desnuda, paresco pintada (me lo dijeron). Estoy desnuda y acostada y mi figura reposa en las mas perfecta armonía...
El me mira, me acaricia, me toca. Yo duermo, me despierto, lo siento. Abro los ojos y el está ahí. Su mano me recorre. Su mano son mis manos buscando curvas. Me despierto y quiero ser suya, siempre quiero ser suya una vez mas. Yo quiero que nunca se acabe, pero quiero acabar. El me mira como buscando respuestas y mis ojos solo emiten signos de interrogación. Yo no sé nada y nadie me sabe.
Después todo empieza a resultar insulso. Como una comida sin sal, como una cerveza sin gas. Todo se funde en abrazos vacíos, mis brazos no envuelven a nadie: solo piel y sudor. Un aire de desamor acerca a las nubes de la infancia. Miles de fantasmas rodeandome y la soledad inquieta buscando la forma de recuperarme. Siempre es una batalla, siempre hay solos y acompañados. Todo gira, cambia, se retuerce como el pescueso de una gallina. Ya no soy la Maja, ni la Venus del Milo. Soy el jorobado de Notre Dame, una Bestia sin Bella, la oscuridad, la bruja de Blair Witch. Y en las tinieblas suenan los relámpagos de una tormenta que no termina de llegar.
La vida es el viento. Los rayos insisten en partirme (por que a nadie le importa que me parta un rayo...). ''Soy punto en multitud por donde fuí''. Yo no quiero estar triste, simplemente pretendo que las cosas me salgan bien sin pagar por ello con mi propia vida.