martes, enero 03, 2006

Altercados de fin de año

Parecíamos dos adolescentes dementes dispuestas a hacer cualquier cosa con tal de poder volvernos de una fiesta a la que no íbamos a entrar. Me putié con el guardia, le dije: chupamela. Y me fuí.
Salimos a la calle: encontrar un remise era imposible. Hasta que pasó uno: dos chicos, la ventana del conductor abierta. Yo me avalacé sobre el y le pregunté:
- ¿nos acercás hasta la Avenida?
- ¿cuántas son?
- yo, y una mas.

Cuando terminé de decir eso, Consuelo ya estaba abriendo la puerta de atrás. Ella se empezó a hacer la simpática y divertida con ellos: yo tenía miedo.
El conductor, se dió vuelta y nos dijo:
- Yo les aviso que no estoy trabajado.
Y yo le dije irónicamente:
- Nosotras tampoco.

Creo que la simpatía de Consuelo y mi comentario irónico, fué suficiente para caerles bien y que nos llevaran (sin violarnos, ni robarnos, ni cobrarnos) hasta el próximo destino de la noche: una fiesta en una casa. Llegamos a eso de las 6 de la mañana. La gente estaba bailando, se divertía y se tiraban a la pileta. Yo lo primero que quería hacer era ir al baño a hacer pis: tenía la vejiga dura de tanto aguantar.

Me encontré con un amigo, un boludín calentón. Le regalé un pico dulce (un chupetín con forma de palito). Al boludín se le cayó encima de una bolsa de basura, yo le dije:
- si te metés eso adentro de la boca te doy un chirlo.
Así que me fuí a una canilla y se lo lavé. Como era un palito, mas que lavarlo le hice una paja: la idea era sacarle la mugre.
Cuando volví, le dí el chupetín y le dije:
- si llega a eyacular, no te asustes, es por que lo estuve masturbando.
Su cara se desfiguró por completo. Y me dijo:
- no hablés así.
- no dije ninguna mala palabra (y estaba empezando a darme cuenta de lo que le había dicho).
Se rió, me miró raro, y no se fué...

A pesar de que me pisaron con un zanco mi pié izquierdo, y me dolió muchísimo, la noche fué buena. No me dí cuenta de la empanada que me había quedado por pié, hasta el otro día cuando me levanté muy dolorida. Mañana voy al médico, a ver que me dice, quizás tenga una pequeña fisura. Espero que no me traiga complicaciones con respecto a mis anheladas vacaciones, por que si no, busco a la dueña de los zancos y le pego la paliza de su vida.

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