Lo vi
Rogaba que la computadora estuviera prendida: cuando llegué estaba muerta de apagada.
En mi próxima vida quiero ser Angelina Jolie, si no se puede, mi segunda es ser un taperware.
Hoy lo ví un ratito. Vino a verme, quería estar conmigo, pero no conmigo y todos mis amigos. Por eso nos quedamos afuera charlando. Yo no dejaba de mirarme los pies: no podía mirarlo a los ojos. Sentía que todo el amor y toda esa mezcla de sentimientos que el me había generado alguna vez, habían desaparecido y se habían tranformado en demonios negros que me aturdían. Era extraño no poder mirarlo a los ojos. Esquivarle sutilmente la cara para que no me dé un beso en la boca. El escudo ya se ha creado: ahora es cuestión de que vuelva a derribarlo (si está dispuesto, yo no). Y yo no hacía mas que vomitar indiferencia. Y una vez mas confirmo lo que pensaba cuando el me lastimaba: el día que el me necesite y yo a el no, no voy a sentir ni una pisca de remordimiento, es mas, voy a regocijarme de ello. Y es cierto. Y me hace fuerte que el me necesite (a su esquiva manera, por supuesto) y yo a el no. Y me hace feliz saber que todavía está. Y me hace no feliz no sentir por el lo que sentía. Y me hace no feliz también que me halla ''obligado'' a dejar de quererlo. Por que yo lo quería de verdad, y eso no es algo que me pase todos los días. Y muchas cosas me hacen no feliz y muchas cosas me podrían hacer feliz. Y me pregunto una y otra vez, como puede ser que no aparesca una persona que se dé cuenta de esas cosas.
En mi próxima vida quiero ser Angelina Jolie, si no se puede, mi segunda es ser un taperware.
Hoy lo ví un ratito. Vino a verme, quería estar conmigo, pero no conmigo y todos mis amigos. Por eso nos quedamos afuera charlando. Yo no dejaba de mirarme los pies: no podía mirarlo a los ojos. Sentía que todo el amor y toda esa mezcla de sentimientos que el me había generado alguna vez, habían desaparecido y se habían tranformado en demonios negros que me aturdían. Era extraño no poder mirarlo a los ojos. Esquivarle sutilmente la cara para que no me dé un beso en la boca. El escudo ya se ha creado: ahora es cuestión de que vuelva a derribarlo (si está dispuesto, yo no). Y yo no hacía mas que vomitar indiferencia. Y una vez mas confirmo lo que pensaba cuando el me lastimaba: el día que el me necesite y yo a el no, no voy a sentir ni una pisca de remordimiento, es mas, voy a regocijarme de ello. Y es cierto. Y me hace fuerte que el me necesite (a su esquiva manera, por supuesto) y yo a el no. Y me hace feliz saber que todavía está. Y me hace no feliz no sentir por el lo que sentía. Y me hace no feliz también que me halla ''obligado'' a dejar de quererlo. Por que yo lo quería de verdad, y eso no es algo que me pase todos los días. Y muchas cosas me hacen no feliz y muchas cosas me podrían hacer feliz. Y me pregunto una y otra vez, como puede ser que no aparesca una persona que se dé cuenta de esas cosas.
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