lunes, diciembre 26, 2005

Monotonía, otra vez.

Entro a mi blog sin siquiera saber sobre que voy a escribir. Todo librado un poco al azar, como siempre. O dejado en manos de la improvisación, que va...
Tengo muchas cosas para hacer...muchas. Pero no tengo ganas de hacer ninguna. Es como si trabajar me diera el derecho de poder descansar el resto del día, y no debería ser así. Estoy tan achanchada, tan vaga que me siento mal conmigo. Aparte sigo engordando desmesuradamente, como, cada día como si fuera la ultima vez. Antes parecía fácil poder cambiar: pero no, es muy dificil. Estoy todo el día frente a la computadora, leyendo, jugando, escuchando música. Haciendo cosas improductivas todo el día. Y el trabajo ya me tiene un poco harta, no tengo ganas de hacer nada en ningún lado. Me falta amor. Es así, el amor me dan ganas de hacer cosas por mi. La falta de amor me desanima, me desgana. No debería ser así. Yo antes era diferente. Después de mi ultima relación cambié mucho: me hice hombre-dependiente. Y aunque no esté mal de ánimo, me doy cuenta de que las cosas no funcionan como deberían. Simplemente por que hace como 4 meses que no saco a pasear a mi pobre perra, por que tengo mi pieza esperando hace años una nueva decoración, por que todavía no guardé los apuntes de la materia que rendí hace como 2 semanas...etc, etc...Y me cuesta despegarme de esta rutina, de toda esta monotonía imunda que se me pega en los dedos de los pies y me sigue a todas partes. Y en definitiva, esa monotonía soy yo misma, nadie mas que yo que no puede hacer nada contra su forma de ser. Si, ya sé que puedo, pero no tengo ganas de cambiar. Quizás por que no tengo un objetivo, no tengo a quien hacer feliz con mi cambio, a quien contarselo o con quien compartirlo. Es esa falta de amor que de alguna manera me debilita. Es eso.

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