miércoles, enero 04, 2006

Cosas sueltas

Cuando un desconocido me pasa cerca, tengo miedo de que me pegue o se vuelva loco y comience a gritarme.

Esa señora es la que está mejor ubicada: está al lado de la ventanilla y del lado que no dá el sol, por eso no de despeina.

CONFESIÓN DE ULTIMO MOMENTO!!!!!

1. Hoy no dejé de pensar en él. Estuve todo el día deseando verlo, y cuando por fin venía a mi oficina, quería que se fuera (ultimamente estoy comportandome como una mujer).
2. Me volvió a hablar de una ''amiga''. De una que aprovecha para contar un furcio que dijo en el casamiento de su hermano cuando hay mucha gente. Y debo reconocer que me puse algo celosa. ¿Estaba en el casamiento del hermano?, ¿será la misma que le dijo que quiere tener 4 hijos?. Mierda, como puede ser que ni él esté tan solo como yo. Bueno, la verdad es que me cae bien, lo prefiero acompañado. Lo que pasa es que lo creía dentro de la misma esfera que yo y eso me hacía sentir bien.

Rememorando la canción de viudas e hijas del rocke and roll, o como se escriba:
''Ahora me llamás a cada rato, sos una mosca en mi plato...''. Bueno, con el oscuro no es tan así, pero sé que me quiere cerca y yo para lo único que quiero que me llame es para poder vengarme de él (mentira, todavía lo quiero)

¿Porqué será que la gente me dá miedo?. No entiendo de donde puede venir la loca idea de pensar que si estoy sentada en el asiento del colectivo y alguien pasa demasiado cerca, va a pegarme un puñetazo en la cabeza o se va a poner a gritarme cosas que nunca voy a entender. No recuerdo que alguna vez me halla pasado algo parecido...Esa es la clase de miedos que mas me preocupan.

Descubrí que soy de traumarme rápido y de destraumarme lento. Aparte hace varios días que vengo pensando en la idea de consultar con un profesional acerca de mi salud mental. Y cuando me vaya después de la primera sesión le voy a preguntar: ¿usted que piensa, estoy loca?. Lo que me dá miedo es que quieran derivarme a otro profesional por incompentecia, o por que tendrían que derivarme directamente a un psiquiatra. Y si mi psicólogo fuera hombre y no se enamorara de mi, me sentiría mal.
Si fuera hombre no sé si podría contarle que no dejo de pensar en sexo y que me preocupa ya en demasía estar pensando en saltar sobre la polla de alguien para practicarle sexo oral. A menudo me imagino esa escena. Estoy reunida con mis jefes, de repente una fuerza sobrenatural me habla y me obliga a saltar sobre la zona genital de uno de ellos. Le abro la bragueta con mucha fuerza, mientras el resto mira sin entender. Le saco su miembro, me lo meto en la boca y chupo. Y cuando la voz deja de hablarme y se hace el silencio,yo despierto de ese estado de demencia que es como un sueño, y todos mis jefes están haciendo fuerza para desprenderme de ese pobre hombre que no entiende nada. Y yo me suelto vencida y avergonzada.

Que bien me hizo contarlo. Este pensamiento me persigue casi todos los días. ¿Será que la abstinencia me está volviendo loca?. ¿Que pensaría alguien si me leyera?.

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