sábado, noviembre 12, 2005

Un día

Yo escribo lo que se me dá la gana, porque escribo para mi y no para que un grupo de comentaristas aburridos opinen sobre lo que hago o dejo de hacer. Eso en primer lugar.

En segundo lugar, y no menos importante. He descubierto que a los operarios que veo todos los días, no los reconosco si están venstidos de civil. Osea, limpios, con camisa y en moto.

Hay hombres que me gustan, y la vez no. Paresco una adolescente que no sabe que hacer con su corazón. Algunos me gustan, según lo que dicen o hacen un determinado momento, después no. Me olvido, no le doy importancia, no me quiero enrollar como hago siempre. En la desesperación de que me atraiga alguien, me autolavo el cerebro y una vez limpio y lustroso, magicamente, la persona me empieza a gustar... Termino haciendo boludeces, perdiendo la espontaneidad, diciendo cosas que no quiero. En fin, un infierno.

Anoche hice eso con uno de ellos. Hice todo lo posible para que pensara que soy una loca demente que se escapó del sanatorio Morra en busca de una víctima. Lo arruiné, como siempre. No sé porque me empeño es destrozar los castillos que construyo. Este aspecto autodestructivo que tenemos los seres humanos, debería ser tomado en cuenta, la próxima vez que algún dios loco, decida mejorar la raza humana. Por ahora, debo conformarme con pertenecer a esta, y tratar de escribir, para no olvidarme del día que se me desmoronaron las intenciones.

Esta semana, casi vuelvo a arruinar todo, con otra persona (creo que juré que no iba a hablar mas de el; reconosco que lo estoy haciendo, pero para abordar otro tema). De bien que estaba, una voz diabólica me sugirió que le escribiera: ''incluso en estos tiempo, en los que soy feliz de otra manera...''. No sé porque, justamente, yo era feliz, no me hacían falta ni sus aprobaciones, ni sus respuestas: era feliz. Casi, casi, por un pelillo, arruino todo. Por suerte la cordura volvió junto con mi razocinio y me detuve. Pero estuve a esto, de arruinarlo todo.

Hoy es sábado, pero parece un día sin semana. Un día que se perdió del calendario, que vino volando desde un almanaque de otro año. Y cuando transcurra ese año, las personas van a mirar el calendario y se van a dar cuenta de que falta un día (seguramente v a aser una secretaria). Parece, no sé...un 13 de mayo del 2007.
¿ A donde irán a parar los días que le faltan a los años bisiestos?.

Me irritan algunas cosas, particularmente: TODO. No soporto que mis padres me hablen, me molesta el solo hecho de escuchar sus voces, de escucharlos hablando de mi. No tolero escucharlos hablar, como si estuvieran interesados en lo que me pasa. No soporto, que mi papá camine arrastrando los pies (típico de vago, de holgazán, que por cierto, el es). No tolero ami mamá haciendose la víctima de todos los males que asechan el planeta tierra, no los tolero pensar en servirle a mi hermanos y a sus familias. Me irrita que mi papá se pase las horas sentado en la computadora y cuando mi mamá y yo venimos de trabajar reventadas, no es capáz de lavar un plato (se supone que al haber hecho de comer, queda eximido de el resto de las tareas del hogar...). No soporto los estornudos ensordecedores y alarmantes de mi papá. NO LOS AGUANTO MAS, ME QUIERO IR, ME QUIERO IR, ME QUIERO IR, ME QUIERO IR.

Cada vez que viene alguien mientras estoy escribiendo, me hago la que estoy haciendo algo cuyo fin es puramente académico. Asi que por las dudas, siempre tengo alguna carpeta de la tesis abierta, y si viene alguien, me hago la que estoy buscando un archivo. Este tipo de privaciones legítimas de la libertad, me rompen soberanamente las pelotas. Me autocensuro permanentemente, todo el tiempo. Que nadie sepa quien soy en realidad. Me dá miedo que las personas me conoscan como soy, creo que me dá verguenza, soy muy distinta.

0 Delirios ajenos:

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