Top ten
Tengo mucho para escribir.
Primero. Rafael me produce ganas de leerlo permanentemente y pocas ganas de escribir en mi blogg: esto significa que me hace sentir una etúpida cuando escribo, porque no sé hacerlo tan bien como el. Me gusta (él).
Segundo. Hoy fué un buen día (y nunca me lo plantié así, ni siquiera cuando me levanté). Cuando me levanto de dormir no me hago planteos del tipo: hoy va a ser un gran día, este es mi día, hoy todo me tiene que salir bien. Soy mas bien retórica...pienso en las cosas que me pasaron. Eso justifica el tipo de rúbrica que tiene mi firma. Hoy fué un buen día porque en el trabajo las cosas estuvieron tranquilas, me divertí, hablé con la gente, que sé yo...fué lindo..
Tercero. Tengo miedo de aburrirme de las personas. Cuando encuentro dentro de este enorme planeta lleno de nadies, a alguien, me resulta mas fácil detectar a todos los nadies de quienes estoy rodeada. Espero que nunca algún nadie, lea esto. Las personas como el, me hacen sentir una idiota, su fracaso es puro éxito. Me encanta. Y basta, no lo menciono mas. Tengo que bajar a la tierra.
Cuarto. Estoy podrida de tener que estudiar, de tener, de tener, de tener, de tener. Odio las responsabilidades, odio las obligaciones. Quiero ganarme 1.000.000 de dólares y hacer, hacer, hacer, hacer, hacer. Viajar, jugar, cojer, leer, escribir, escuchar, ayudar, regalar, vivir, vivir y vivir.
Quinto elemento. No tengo ganas de nada en particular. Eso es bueno y malo. Bueno, porque no me genera ansiedad, malo, porque no tengo nada en especial en este momento capáz de hacerme feliz. Mas claro, imposible.
Sexto. Quiero irme a vivir sola. Y no.
Séptimo. Necesito un armario cerebral en mi cabeza. Este despelote no va mas. Mi cabeza parece el despacho de un abogado, lleno de formularios, papeles por todas partes. Necesito un fichero, una agenda, una secretaria.
Octavo. A medida que desaparecen algunos intereses, aparecen otros. Es casi lógico, coherente, nunca falla. Es una regla matemática.
Noveno. Estoy podrida de los rodamientos, a bola, a rótula, cónicos. Me tienen harta, quiero vivir en una playa, sin pelos, sin grasa, ponerme la malla y ser feliz y que la gente admire mi cuerpo de modelo de los años 50. Fumar marihuana y tener una casa con un parque enorme. Tengo que aprender a hacer collares y pulseritas, (jajaja).
Décimo. En mi país está de moda la indiferencia. Si le escribís, no te escribe, si lo llamás no te llaman. Juego pelotudo que usaba yo cuando era mas chica. Por favor...gente grande haciendo este tipo de mariconeadas...Que encima duele. Pido por este medio perdón a todos aquellos pretendientes que tuve y a los cuales hice sufrir con mi tonta indiferencia para atrerlos y tenerlos lamiendome los pies. Debo reconocer que daba sus frutos. Pero ahora yo soy el fruto, y me estoy pudriendo (valga interpretarlo metafóricamente, tal como fué la intención de quien redacta).
Primero. Rafael me produce ganas de leerlo permanentemente y pocas ganas de escribir en mi blogg: esto significa que me hace sentir una etúpida cuando escribo, porque no sé hacerlo tan bien como el. Me gusta (él).
Segundo. Hoy fué un buen día (y nunca me lo plantié así, ni siquiera cuando me levanté). Cuando me levanto de dormir no me hago planteos del tipo: hoy va a ser un gran día, este es mi día, hoy todo me tiene que salir bien. Soy mas bien retórica...pienso en las cosas que me pasaron. Eso justifica el tipo de rúbrica que tiene mi firma. Hoy fué un buen día porque en el trabajo las cosas estuvieron tranquilas, me divertí, hablé con la gente, que sé yo...fué lindo..
Tercero. Tengo miedo de aburrirme de las personas. Cuando encuentro dentro de este enorme planeta lleno de nadies, a alguien, me resulta mas fácil detectar a todos los nadies de quienes estoy rodeada. Espero que nunca algún nadie, lea esto. Las personas como el, me hacen sentir una idiota, su fracaso es puro éxito. Me encanta. Y basta, no lo menciono mas. Tengo que bajar a la tierra.
Cuarto. Estoy podrida de tener que estudiar, de tener, de tener, de tener, de tener. Odio las responsabilidades, odio las obligaciones. Quiero ganarme 1.000.000 de dólares y hacer, hacer, hacer, hacer, hacer. Viajar, jugar, cojer, leer, escribir, escuchar, ayudar, regalar, vivir, vivir y vivir.
Quinto elemento. No tengo ganas de nada en particular. Eso es bueno y malo. Bueno, porque no me genera ansiedad, malo, porque no tengo nada en especial en este momento capáz de hacerme feliz. Mas claro, imposible.
Sexto. Quiero irme a vivir sola. Y no.
Séptimo. Necesito un armario cerebral en mi cabeza. Este despelote no va mas. Mi cabeza parece el despacho de un abogado, lleno de formularios, papeles por todas partes. Necesito un fichero, una agenda, una secretaria.
Octavo. A medida que desaparecen algunos intereses, aparecen otros. Es casi lógico, coherente, nunca falla. Es una regla matemática.
Noveno. Estoy podrida de los rodamientos, a bola, a rótula, cónicos. Me tienen harta, quiero vivir en una playa, sin pelos, sin grasa, ponerme la malla y ser feliz y que la gente admire mi cuerpo de modelo de los años 50. Fumar marihuana y tener una casa con un parque enorme. Tengo que aprender a hacer collares y pulseritas, (jajaja).
Décimo. En mi país está de moda la indiferencia. Si le escribís, no te escribe, si lo llamás no te llaman. Juego pelotudo que usaba yo cuando era mas chica. Por favor...gente grande haciendo este tipo de mariconeadas...Que encima duele. Pido por este medio perdón a todos aquellos pretendientes que tuve y a los cuales hice sufrir con mi tonta indiferencia para atrerlos y tenerlos lamiendome los pies. Debo reconocer que daba sus frutos. Pero ahora yo soy el fruto, y me estoy pudriendo (valga interpretarlo metafóricamente, tal como fué la intención de quien redacta).
2 Delirios ajenos:
Hooolaaa!!! ¿hay alguien ahí?
Si hay alguien, yo.
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