... y otro mas...

Hoy fué otro día triste. No tanto como los anteriores, pero triste al fin. Es decir, por momentos fué bueno, y por momentos no. Me resulta dificil de explicar con palabras lo que me pasa. Es una rara sensación, parecida a un gusano a una larva, que se me instala en el pecho y no la puedo desalojar. Por momentos me quita el hambre, me cierra el estómago, me estruja el pecho. Por momentos se duerme y me deja en paz. Suele aparece en horas de la mañana, cuando me quedan espacios vacíos y no tengo nada que hacer. O a la tarde, cuando está por hacerse de noche.
Me siento mal en el trabajo, me siento sola en mi casa. Fué como si de golpe se me hubiese venido el mundo abajo, y yo abajo del mundo que se me cayó. Siento como si algo se hubiese quebrado, una avería por donde se me escapa el aire puro y predomina un aire contaminado. Es como estar deprimida.
Y cada una de las personas que necesito (que son dos, en este momento), haciendo sus vidas, buscando sus nortes, proclamando la alegría en otras casas. Y yo sola, sin ganas de hacer nada que me haga sentir bien.
No sé porque empesé a sentir esta inmensa soledad, así tan de golpe.
Aveces me conformo con pensar que me gusta estar sola, y es cierto. Porque en la mayoría de los casos disfruto cuando las personas se van, aunque me guste estar con ellas. Pero aveces y ultimamente mas seguido, siento una profunda sensación de abandono y olvido cuando alguien se va. Me siento dejada. Quiero estar sola y no. Ya no sé, no entiendo nada...