Angustia al atardecer

Descubrí, después de varios días de comprobarlo empiricamente, que llegada una determinada hora de la tarde, mas bien diría yo: la tardenoche, empieso a sentir una profunda tristeza. Es una especie de vacío amargo y desgarrador que me hace sentir en el mas silencioso de los abandonos. Una sensación de soledad crónica y horrible que me quiebra en dos. Me siento así ahora. Sumado a sentir que el día se termina, y se termina igual que el de ayer e igual que el de mañana. Me sumerjo nuevamente en la rutina que me retiene, como una tela araña a una mosca, como una especie de líquido pegajoso que se escurre por los dedos y los paraliza. Ya estoy empezando a preocuparme. Siento que esto sucede hace bastante. ¿Qué es bastante?. No sé, por un lado siento que estoy así hace bastante, por el otro siento que estoy exagerando. De todas maneras, el hecho concreto es que no puedo remediar este vacío y esta angustia que me voltean. Me siento quebrada, vapuleada, golpeada. No sé. No puedo conformarme con lo que me dan, necesito que me den mas, o que no me den nada. Si no hay amor, que no halla nada, entonces.
Aunque me duela reconocerlo, porque realmente me duele reconocerlo, debo admitir, que el 75% del vacío, espero que lo llene el. El resto se completa con la facultad y el trabajo. Si estoy con el, estoy bien, sino estoy mal. Necesito alguien dispuesto a darme un poco mas, a verme bien, a hacer cosas por mi, aunque sin ganas. No puedo vivir tan triste y tan vulnerable. Necesito ser mas fuerte, que me pasa?, yo era de roble..ahora me quiebro ante cualquier vientito inútil. Tengo la visión de que el tiempo me desnuda, es decir, me están robando la coraza que me envuelve. Quizás lo único que tenía de roble era la corteza, por dentro, otra cosa, no sé que, pero otra cosa. Me veo sin manos que alcancen para taparme las partes, y siento tanto pudor que me averguenzo de mi misma.
No quiero sentir mas esta tristeza, no quiero sentirla nunca mas.
El aire que respiro, está de testigo.