domingo, junio 26, 2005

Linda tarde

Bué...no sé si tiene algún sentido intentar explicar lo que pasa por mi cabeza. Sería como intentar capturar con una máquina de fotos, miles de meteoritos cruzando el cielo.
Basicamente es lo siguiente: con el morocho, las cosas definitivamente no funcionan, faltará engrasar los mecanismos, enchufar los motores, no sé...pero no funcionan.
En la desesperación, en la ansiedad de ver funcionar un sistema bien engrasado, prolijo y ligero, decido llamarlo al otro, a mi gran amor de siempre...
Pasados tantos años...pasaron tantas cosas y a la vez no pasó nada...
Con el las cosas siempre son iguales...por eso siempre lo busco. Porque Diego, siempre es Diego y no se anda con pendejadas.
Mientras me traducía una canción en alemán, yo pensaba en el otro...
Mientras caminaba hacia la parada del colectivo pensaba en el...
Repartía mi tiempo y el lugar en mi cabeza, tan simétricamente, que había un 50% para cada uno. Y yo, y mi cabeza, y mi cuerpo, y mi mirada completamente desorbitada y perdida en algún recuerdo, en algún olor.
Y vuelvo a sentirlo superior al resto de los hombres, digamos que los humilla, los mira desde arriba, desde un pedestal de modestia...
Y yo lo idealizo y lo voy a seguir idealizando, hasta tanto me desilucione lo suficiente como para hacerme ver la cruel realidad de lo que es en verdad...
Sin embargo...y pensandolo seriamente, y a pensar de que nadie me lo halla preguntado, yo digo: ¿estoy preparada para ser la mujer de un Dios?. Que pregunta estúpida, pero lo pienso de verdad...no te rias...:-)
Detrás de un gran hombre, siempre hay una gran mujer....¿y yo soy una gran mujer?. Por suerte me hace ver las cosas de un modo distinto...me hace sentir que nadie es tan importante...me hace ver a los demás como unos idiotas...miento..me hace verlo a Germán como un idiota. Por eso esta tarde fuí a visitarlo.

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