sábado, julio 02, 2005

Nunca confies en....

Capáz que me gustaría saber contar historias. Poder mentirme ami misma acerca de vidas que nunca viví, en otras épocas, en otros lugares.
Capáz que quisiera haber nacido con el talento de saber escribir, y poder traducir en palabras, las imágenes que aterrizan en mi cabeza a interrumpirme la concentración mientras hago cosas poco importantes.

Hace algunos días concebí una teoría. Absurda, como la mayoría de las teorías que pienso. Basadas en ¨nadas¨, tonterías de las que me hago dueña porque vienen ami, como moscas pegajosas.
¨Nunca confíes en alguien que no tiene cara de llamarse como se llama...¨. JAJA. Claro!, hay personas que se llaman: Pablo y no tienen cara de Pablo. Esa clase de individuos (y hay varios dando vueltas) no son transparentes, porque no reflejan ni si quiera lo mas primitivo de su personalidad. Son personas que ocultan.... hasta su verdadero nombre??!. Lo ocultan de una manera singular, porque lo ocultan sin ocultarlo. Bueno, para eso si tengo talento. Para descubrir a esta clase de personalidades cuyo nombre no corresponde a su cara...
Y puedo asegurar, que no son gente de confianza.
Todo esto surgió de alguna manera espontanea, que no recuerdo con nitidés. Pero en realidad, la frase la generalicé después de haberme dado cuenta de algún par de puntos que no voy a desarrollar porque no tengo ganas de ponerme a inventar. La frase orginal era: ¨Nunca confíes en un Germán que no tiene cara de Germán..¨. Después la extendí al resto de la especie humana que tiene la particularidad de llamarse misteriosamente de otra manera, que nadie sabe. Puede ser también por algún desliz de los que eligieron bautizarlo en honor a algún finado, o algún vecino muy querido, o a algún famoso. Esto me haría desertar de la posibilidad de ponerle Joaquín a un hijo mio. Aunque el nombre Joaquín fué el elegido, aún antes de haberlo conocido a Sabina.
Pero una anécdota me hace claudicar de esta posibilidad.
Una amiga mia, cuyo nombre no voy a mencionar por cuestiones de privacidad, tiene un nombre que no es nada común, ella tampoco lo es. Su nombre no podría haber sido mas apropiado. Sin embargo, cuando su padre fué al registro civil a inscribirla, no le puso el nombre que había acordado con su esposa (de la cual se separó después de algunos años...) sino el que él había elegido. En fin. Nada.

Estoy escuchando ¨Marcha Turca¨, todo un milagro. No solo por su belleza, sino por lo que esta pieza de Mozart significa para mi. Yo conocía su melodía, pero nunca supe el nombre. Nunca la tuve, ni en cassette ni en Cd, por eso siempre tuve las intenciones de bajarla de internet, pero siempre sin suerte..
En el teléfono de mi ex chico, casualmente existía bajo el formato de ringtone. Y así conocía el nombre y pude bajarla y disfrutarla, muchas veces seguidas. Cuando algo me gusta, reacciono casi obsesivamente. Como estoy con los nombres hoy!. Primero con los hombres, después con los nombres...

Me siento muy bien ultimamente. Estoy como antes de haberlo conocido, feliz y contenta y sin ganas de estar mal, y eso es lo importante.

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