Trite triste y triste
Acabo de ponerle punto final a mi relación y estoy triste. Tengo ganas de llorar permanentemente. Lo peor es que tengo la certeza de que es lo mejor para mi, pero estoy triste. Y tengo la certeza, de que a él no le importó una mierda. Fuí una mas en su lista de espera, como siempre lo dije. Ahora, soy una mas en su lista de obsoletas. Y él para mi no es uno mas, es él. El Cristo que me resucitó (y yo que nunca creí en la reencarnación...). Ahora, doy vuelta una página (para atrás), y sigo con la vida que tenía, a esa a la que no quiero volver y a esa de la que nunca debí haber salido. Estoy triste. No porque piense que era el hombre de mi vida, ni porque piense que no voy a encontrar a otra persona. Estoy triste porque lo quiero y porque lo voy a extrañar. Y estoy triste porque a él le dá lo mismo, yo o cualquiera. Estoy triste, porque me doy cuenta de que nunca hizo nada para cuidarme, me arriesgó una y otra vez, y ahora, finalmente me perdió.
Yo, quisiera saber como funciona su cerebro. Como planifica sus estrategias, como hace para no extrañarme, no llamarme, no buscarme. Pero si le dá lo mismo, todo le dá lo mismo, cualquier cosa, le dá lo mismo. Y ami, eso me pone triste. Porque yo nunca quise ser ¨cualquiera¨. Y lo fuí.
Y ahora, come pizza en su casa. O está riendose con sus amigos. Y yo, soy parte de un sueño, del cual despertó hace una hora (un poco menos, son las 21:20) y mañana se va a olvidar. Dentro de un mes, probablemente, vuelva a dormirse y sueñe con otra, sueñe que ¨ella¨ es su salvación, su Cristo.
Pero yo no sueño, yo vivo. Y tengo recuerdos, y muchos. La ciudad me hace mal, me duele. Lo veo en todas partes, mejor dicho, nos veo en todas partes.
Y él ya no me ve, ni se acuerda de que alguna vez existí junto a él. Y que muchas de las noches de su vida, las padeció junto ami. Y que lo hice reir, que lo escuché, que le hablé, lo acaricié. Eso se fugó y se desintegró en algún lugar de su cerebro, y ya no existe.
Por eso estoy triste.
Yo, quisiera saber como funciona su cerebro. Como planifica sus estrategias, como hace para no extrañarme, no llamarme, no buscarme. Pero si le dá lo mismo, todo le dá lo mismo, cualquier cosa, le dá lo mismo. Y ami, eso me pone triste. Porque yo nunca quise ser ¨cualquiera¨. Y lo fuí.
Y ahora, come pizza en su casa. O está riendose con sus amigos. Y yo, soy parte de un sueño, del cual despertó hace una hora (un poco menos, son las 21:20) y mañana se va a olvidar. Dentro de un mes, probablemente, vuelva a dormirse y sueñe con otra, sueñe que ¨ella¨ es su salvación, su Cristo.
Pero yo no sueño, yo vivo. Y tengo recuerdos, y muchos. La ciudad me hace mal, me duele. Lo veo en todas partes, mejor dicho, nos veo en todas partes.
Y él ya no me ve, ni se acuerda de que alguna vez existí junto a él. Y que muchas de las noches de su vida, las padeció junto ami. Y que lo hice reir, que lo escuché, que le hablé, lo acaricié. Eso se fugó y se desintegró en algún lugar de su cerebro, y ya no existe.
Por eso estoy triste.
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