Pesadilla

Hoy siento la necesidad de refugiarme en alguien. De sentirme protegida, indefenza. De ser débil. De que alguien me proteja del mundo y de si mismo. Aveces no quiero querer. Aveces quiero amar en forma gigantesca. Pero parece que esa es una posiblidad que se consume. Un fuego eterno se encarga de hacer cenizas mis deseos de poder querer a alguien con el alma entera. Fracaso número ciento y pico. Ya me resulta desgastante. Ya no quiero saber mas nada del amor. Quiero y no quiero. Mi mapa de deseos mas que un mapa es un tablero de ajedréz. Blancos y negros. No me importa el color.
Me vuelvo cada vez mas autosuficiente, mas independiente. Tanto que me asusto de mi misma. Tanto que tengo miedo de nunca mas querer a nadie. De no necesitar, de no ser necesitada. Por dios. Mis períodos son eternos. Cada una de mis soledades es una historia que se cuenta con las palabras mas solemnes. ¿Porqué?. Aveces siento envidia de las personas que aman. A uno, a otro. Tienen el corazón abierto de par en par. Dispuestos a querer siempre. Dispuestos a ser queridos. Ya no tengo ganas de ni de decir que ami todo me resulta mas dificil. Por que solo consigo sentir mas bronca. ¿Para qué?. Tengo 24 años y hablo como si fuera una vieja separada, viuda y divorciada. No es así. No soy una vieja. Tengo toda la vida por delante. Y tampoco soy tremendista, ni trágica, ni nada. Pero simplemente la vida me puso delante circunstancias incongruentes, indefinidas, poco claras. Que sé yo...
Ya estoy cansada de luchar conmigo misma. Nunca llego a ningún lugar, nunca gano nada, nunca consigo nada. Parece una pesadilla de nunca acabar.