sábado, abril 08, 2006

Hilo

Mañana de frío, de viento, de cielo nublado. Pienso en la estúpida idea de inventar un idioma, como el de Tlön. Inventar un idioma es como inventar algo supremo: ES UN IDIOMA.

Pienso en leer, en el aporte que tengo que hacerle al ezcritor, en las dedudas que tengo que pagar, en los regalos que tengo que comprar, en la ropa que me tengo que poner, en las vacunas para mi perra. Menos mal que me acordé de las vacunas para mi perra, ya me había olvidado. No me puedo olvidar de eso. Eso indica que no soy lo suficientemente responsable para tener hijos ni para que nadie dependa de mi. Soy olvidadiza, descuidada, irresponsable, desinteresada. No puedo haberme olvidado de sus vacunas: no puedo. Yo juro que quiero cambiar. Me encantaría revisar el vuelto que me dan los comerciantes, me encantaría llevar el registro de horas extras que hago para saber si no me están cagando, controlar las facturas, memorizar cuanta plata me debe la gente, cuanto debo yo, cuanto me queda de mi sueldo: pero no puedo. No me importa. La plata no me importa.

Nada. Eso. Es que hacía mucho que no escribía.

Me voy.

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