martes, agosto 07, 2007

Hijo de sangre

Camino por la calle y siento un dolor tremendo en los ovarios. Un tirón interminable. Una puntada en el centro de mí. Mis mecanismos de acero inoxidable hacen funcionar a la máquina. Se retuercen diabólicos produciendo cuágulos ediondos de sangre oscura. Casi que no puedo caminar. "Me duele, me duele", me digo sin hablar. Me pongo las manos ahí; en la vidriera invisible de mis órganos y sigo caminando.

El dolor empieza a desaparecer, progresivamente. Y entonces doy a luz a un cuágulo de gelatina. Lo siento bajar desde la profundidad de mis ciénagas oscuras. Tibio, húmedo, asqueroso. Y se desparrama en su cuna de algodón hasta volverse líquido. Y me siento en la vereda. Y aplasto al fruto de mis entráneas. "Me siento como una gallina empollando un huevo", pienso y me río.

- ¿Y usted señor del Renault bordó, qué mira?. ¿Qué sabe usted de lo asqueroso que es lo que estoy sintiendo?.

La sangre me mojó la entrepierna, la bombacha y parte del pantalón. Estoy sucia, incómoda y el colectivo no viene. Pienso en el hijo que aborté cuando me senté en la vereda.

Y quiero bañarme.

4 Delirios ajenos:

Anonymous Anónimo said...

Jaja uhhh nenaaaa!!!
Q momento horroroso

8:15 p. m.  
Blogger Maia said...

Totalmente.

8:51 p. m.  
Blogger a said...

debe ser el pequeño mazinger Z. !!
(nuestro hijo)

2:20 p. m.  
Blogger Maia said...

¡Qué dios lo tenga en su gloria!

:-(

5:34 p. m.  

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