Yo demuestro que;
Si hay paz, no hay preguntas.
Si no hay preguntas no hay que pensar, pues no se buscan respuestas.
Y no buscar respuestas es
-casi algebraicamente-
equivalente a la paz.
Si no hay preguntas no hay que pensar, pues no se buscan respuestas.
Y no buscar respuestas es
-casi algebraicamente-
equivalente a la paz.
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