En el colectivo apoyo la cabeza contra la ventanilla, cierro los ojos y sueño.
Sueño que estoy en un auto viajando por una ruta. De repente es el auto de ED. De repente paramos en mitad de la ruta y cogemos. Por momentos adentro del auto y por momentos afuera. Es de noche.
Me dí cuenta de que esa especie de vibración cosquillosa que siento en la panza cuando me penetran, puedo sentirla estando sola y haciendo uso abusivo de mi imaginación.
El "tilín tilín" en la panza me hace abrir los ojos. Miro el asfalto por la ventanilla. Y tanto lo miro que me vuelvo a dormir.
Estoy en mi oficina. Voy al baño a lavarme las manos. Mientras me las estoy secando (a las manos) abre la puerta un tipo del laburo que me encanta. Me dice algo insinuante y de repente estamos cogiendo contra el lavabo de mármol que por ser un sueño, no está tan frío.
Pero una batería de baches y el colectivo zarandeándose me hace despertar.
Pienso en llegar a mi casa y masturbarme. Es lo único que quiero. El orgasmo rápido. Express. Para aliviar la tensión y la bulla que no me deja pensar. Sin esperar el consentimiento de nadie más. Sin guerras. Ni peleítas bobas. Yo lo único que quiero es llegar a mi casa, abrirme de piernas y masturbarme de una buena y gloriosa vez.
Me río de mi misma y vuelvo a soñar.
El Oscuro me llama por teléfono (evidentemente es un sueño) y vamos a salir. (...). Estamos en el telo al que íbamos siempre. Y yo con las piernas abiertas y sentada en la cama lo miro desde arriba mientras se mete adentro mío con su lengua. Me gusta ver como su cabeza se mueve: para arriba y para abajo. Sus pelos me hacen cosquilas en las piernas, y...
Me despiertan los gritos de una acalorada discusión. Me saco los auriculares. Un pasajero y el chofer se están re putiando, pero la verdad no me interesa saber porqué.
Yo estoy hirviendo. Cierro las piernas con fuerzas, las cruzo. Si fuera hombre estaría eyaculando.
No quiero volver a dormirme. Empiezo a pensar que es peligroso y que vaya uno a saber qué hago (o cómo respiro) mientras tengo esos sueños XXX...
Concluyo que la realidad es triste.
Triste, miserable y rotunda: estoy profundamente caliente.
Y al panorama de mi futuro sexual lo veo gris tirando a negro...
Sueño que estoy en un auto viajando por una ruta. De repente es el auto de ED. De repente paramos en mitad de la ruta y cogemos. Por momentos adentro del auto y por momentos afuera. Es de noche.
Me dí cuenta de que esa especie de vibración cosquillosa que siento en la panza cuando me penetran, puedo sentirla estando sola y haciendo uso abusivo de mi imaginación.
El "tilín tilín" en la panza me hace abrir los ojos. Miro el asfalto por la ventanilla. Y tanto lo miro que me vuelvo a dormir.
Estoy en mi oficina. Voy al baño a lavarme las manos. Mientras me las estoy secando (a las manos) abre la puerta un tipo del laburo que me encanta. Me dice algo insinuante y de repente estamos cogiendo contra el lavabo de mármol que por ser un sueño, no está tan frío.
Pero una batería de baches y el colectivo zarandeándose me hace despertar.
Pienso en llegar a mi casa y masturbarme. Es lo único que quiero. El orgasmo rápido. Express. Para aliviar la tensión y la bulla que no me deja pensar. Sin esperar el consentimiento de nadie más. Sin guerras. Ni peleítas bobas. Yo lo único que quiero es llegar a mi casa, abrirme de piernas y masturbarme de una buena y gloriosa vez.
Me río de mi misma y vuelvo a soñar.
El Oscuro me llama por teléfono (evidentemente es un sueño) y vamos a salir. (...). Estamos en el telo al que íbamos siempre. Y yo con las piernas abiertas y sentada en la cama lo miro desde arriba mientras se mete adentro mío con su lengua. Me gusta ver como su cabeza se mueve: para arriba y para abajo. Sus pelos me hacen cosquilas en las piernas, y...
Me despiertan los gritos de una acalorada discusión. Me saco los auriculares. Un pasajero y el chofer se están re putiando, pero la verdad no me interesa saber porqué.
Yo estoy hirviendo. Cierro las piernas con fuerzas, las cruzo. Si fuera hombre estaría eyaculando.
No quiero volver a dormirme. Empiezo a pensar que es peligroso y que vaya uno a saber qué hago (o cómo respiro) mientras tengo esos sueños XXX...
Concluyo que la realidad es triste.
Triste, miserable y rotunda: estoy profundamente caliente.
Y al panorama de mi futuro sexual lo veo gris tirando a negro...
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