sábado, marzo 24, 2007

Aunque con los mensjaes de texto nunca se sabe

Yo esperaba un SMS terrible. Pensaba en Borges. En que si él existiera ahora y tuviera mi edad, no estaría esperando un SMS terrible, sino escribiendo alguna obra maestra. No podía dormir. Me despertaba escuchando un ruido como de timbre. Abría los ojos y no escuchaba nada.

Tenía un poco de miedo y estaba triste
Un SMS terrible que dijera: "quiero que nos juntemos a hablar". O peor: "no quiero volver a verte nunca más en mi vida: me das asco". Y en cada intérvalo onírico me soñaba recibiendo ese mensaje terrible que -por suerte- nunca llegó.

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