La copa
Una vez - hace mucho tiempo - viví en un país muy lejos de acá.
Eramos varios pibes de entre 16 y 17 años.
Tuve un novio ruso.
Y una noche jugamos al juego de la copa.
Nadie nunca me creyó,
que esa noche,
logramos invocar al espíritu de Piazzola.
Y una porteña hippie,
trajo un casette con su música,
y la copa se puso como loca,
bailando al compás de un tango,
dirigiendo la marcha con nuestros dedos.
Hasta que el espíritu de éste gran músico,
se cansó de nuestro espíritu adolescente,
y nos dejó.
NB: gracias soltero aburrido por recordarme este episodio.
Eramos varios pibes de entre 16 y 17 años.
Tuve un novio ruso.
Y una noche jugamos al juego de la copa.
Nadie nunca me creyó,
que esa noche,
logramos invocar al espíritu de Piazzola.
Y una porteña hippie,
trajo un casette con su música,
y la copa se puso como loca,
bailando al compás de un tango,
dirigiendo la marcha con nuestros dedos.
La copa bailaba.
¡Lo juro por mi!.
Hasta que el espíritu de éste gran músico,
se cansó de nuestro espíritu adolescente,
y nos dejó.
NB: gracias soltero aburrido por recordarme este episodio.
5 Delirios ajenos:
Gracias, Maia. Gracias porque eres la primera persona a la que oigo hablar sobre la ouija sin que me cuente que se les presentó Satanás, Napoleón, Freddy Kruegger o un familiar de alguno de los presentes.
Es la primera vez que escucho una experiencia bonita en torno al espiritismo.
El resto de lo que he oído solo intenta asustar al oyente.
si algo odio es cumplir años..pensar que hace tiempo yo tambien tuve 25 aaa daria mi cuchillo gaucho por tener 25 años
de vuelta..¡¡¡asi que maia aprovecha¡¡¡¡¡que no guelben
¡¡¡¡che vinagre te la pasas en internet ¡¡¡¡¡que bien la pasan los españolos que envidia¡¡¡tirame unos euros que aca internet cuesta un ojo de la cara ...¡¡¡¡
JAJAJAJA.
Los quiero a los dos.
Y tan distintos que son...
de nada che, gracias a vos por semejante blog.
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