lunes, junio 19, 2006

Dos en uno

Salir de la pecera.

Viajar en un globo aerostático.

Mirarte desde arriba.

Mientras estás acostado.

Y yo me dedico a cabalgarte montada en tu cintura.

Decir: chau, me voy.

Y verificar que el pasaje esté en la billetera.

Admirar como se cierran tus ojos.

Y como te doy mil placeres y mil orgasmos.

Mientras saboreo tu piel exquisita y tus labios dulces de miel.

Una nueva ciudad.

Un mundo distinto.

Y después me acuesto al lado tuyo.

Y somos otra vez dos desconocidos.

Y nos miramos como si fuera la primera vez, y la ultima.

Y no sé ni donde estoy.

Y estoy completamente sola.

Y somos nuestro abrigo.

Por que en los telos nunca prenden la calefacción.

Y nos reímos de la música estúpida de las radios y estrañamos a Sabina.

Y miro a mi alrededor y no hay nada.

Y está todo lo que busqué.

Y no nos queremos ir, pero nos vamos.

Por que siempre suena el teléfono en el momento mas inoportuno.

Y nos prometemos volver la semana próxima, pero eso nunca sucede.

1 Delirios ajenos:

Blogger El Paseante said...

Precioso... y ardiente.

En serio, me ha encantado esa mezcla armoniosa del fuego que te arde dentro con la ternura más sensible.

Mestizaje literario. Gran invento.

Lo empleas bien...
;)

7:15 a. m.  

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