lunes, abril 10, 2006

Alisador para cabellos: rompa el vidrio con el martillo

Como, hasta quedar como una foca. Lenta, despacia, viscosa...

Me miro la panza: está horrible.
Gorda, blanca, fea, gigante.
Me bajo la remera, el espectáculo es espantoso.

>HOY<

Entro a una pefumería en plena zona céntrica.
Sin rodeos pido lo que tengo que pedir.
Sin miedo, sin ponerme nerviosa y sin vergueza.

-Son 13 con 50.
Me dice la vendedora.

Le pago y me voy.

-Chau gracias.

Tengo que acostumbrarme a dejar de decirle gracias a cualquiera y por cualquier cosa. La vendedora me cobró unicamente, ni siquiera me asesoró, no se merece el "gracias". Ami no me dicen gracias cada vez que termino de trabajar, es mas, ni siquiera me pagan las extras :-(

Me lo compré en caso de emergencia. En caso de que sea un viernes a la noche y me dé por deprimirme y mirarme al espejo y decirme: "estoy horrible". Nada mas. Nada de que preocuparse.

0 Delirios ajenos:

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