Fin de semana

Los días son una maratón. La meta: el fin de semana. Pero el fin de semana está vacío. La gente se fué. Cerraron el fin de semana con llave y dejaron todo atrás: los minutos de un viernes, las horas de un sábado y la amargura del domingo.
Hoy domingo con lluvia. Y extrañamente yo no estoy triste.
Hablo con la gente, y les aclaro que estoy sola por desición propia y no por ordenanza municipal, ni mandamiento divino: por que no quiero que nadie me rompa los huevos. Lo aclaro y me lo aclaro. Me convenzo o me digo la verdad. Que sé yo...a esta altura ya no sé...El fin de semana está clausurado, abandonado: cerrado por derrivo.
Y no se oyen quejas, parece ser que a nadie le importa.