sábado, noviembre 06, 2004

P.P y su psicóloga

Me pasé la mayor parte de la noche ejercitando mi cabeza y entrenandola para no pensar en él, fundamentalmente si las que me están tocando no son sus manos.
Pensaba también que me gustaría saber que opina de la fusión del tango con la música electrónica y pensaba en el cada vez que lo necesitaba al lado mio.

Ayer hablando con una amiga (P.P) me relató el listado de barbaridades que le había dicho su analista, falta de proyectos, persona negativa, sin sueños, sin ilusiones, etc, etc.
La cuestión es que le agarró los ojos se los abrió de par en par y les puso un palito para evitar que se les cierren de vuelta, lo cual debe ser bastante doloroso.
Debo confesar que los psicoanalistas me dan miedo. Es como si fueran personas que no te conocen y viendote desde afuera te dicen una serie de barbaridades para ver si pueden cabiarte la vida. Que sé yo. Y si se equivocan??. Al final quien es realmente quien cuida su propia salud mental??.

La verdad es que hasta que se abrió esta página se me fué como volando la poca inspiración que tenía.
No sé ni de que quería hablar, ni porque tengo esta necesidad de apretar teclas frenéticamente.

Resulta que somos todas iguales, de alguna manera su psicoanalista nos dió un diagnóstico general a todas nosotras y ami me dolió un poquitín.

Quiero verlo, llamarlo, hablarle. Ayer P.P me dijo que no tengo perseverancia, que estar enamorada en silencio no se llama perseverancia sino miedo.

La verdad que P.P y su psicóloga se pueden ir a la puta madre que las parió.



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