viernes, octubre 15, 2004

De una noche..

Hubo una vez una noche en la que el amor se dedicó a invadirme persuasivamente. Yo no lo quise escuchar pero su voz era cada vez mas fuerte, y sus gritos se escucharon en todo mi cuerpo. Entonces, resignada y con apuro lo oí atentamente, mientras alguien obstruía mis espacios vacíos, que se hacían cada vez mas y mas chicos. Y el dolor se hizo fisico en mi cuerpo como materia blanca que se esparce por la piel y los espacios vacíos se vieron sometidos a la autoritaria orden de la extasiada carne de otro cuerpo.
Y la noche seguía de testigo de una guerra en paz, del silencio que duele hasta hacerse suspiro y muere.
Y al final la voz se hizo susurro, y en la posición mas indefensa me dejé llevar por el sueño, obviando las palabras y todo lo demás, hasta que un llanto me depespertó y caí en una realidad sin sueño.
Están tan faltos de intensidad y tan mediocres que me asusto de mi misma, estos sentimientos procreados desde una realidad infinita hacia una dimensión conocida me vuelven mas vulnerable a las miradas. Ay.... miradas que sin ellas yo sería tan libre pero siento sus pupilas volverse ami de la manera mas fastidiosa y como queriendo arracarme un grito de desesperación.
Me visto, en las penumbras de un cuarto matrimonial, no encuentro mis cosas y siento verguenza de mi pálida desnudés que dice mas de lo que yo le permito.
Estoy tan preocupada que me olvido del dolor , pero sin embargo, y muy para mi sorpresa, no estoy de mal humor, sino todo lo contrario.
Y así fué.

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