Amén
No sé cómo hice para aguantar casi una hora y media ahí parada escuchando hipocresía tras otra sin romper el silencio sepulcral, señalando con el índice al público y gritando diabólicamente: SOIS TODOS UNOS HIPÓCRITAS.
Por momentos no podía creer las cosas que escuchaba y por momentos directamente no escuchaba.
La gente como rebaños. La gente...¡cómo puede ser tan estúpida!.
Como dijo el tipo de arbitrario.com: "la religiosidad ya debería ser considerada como una enfermedad mental". Tal cual.
Como decía, la gente como rebaños, escuchando, prometiendo cosas que jamás van a cumplir: estudiar la biblia: ¡¡¡¿QUIÉN EN SU SANO JUICIO SE VA A PONER A ESTUDIAR LA BIBLIA?!!!. Y lo digo con conocimiento de causa: tengo la certeza de que la persona que juró estudiar la biblia para siempre, sale de ahí y no sabe ni que juró ni que dejó de jurar. Cabras. La gente que sigue una religión más que seres humanos para mí son cabras. Y lo peor, es que -y no quisiera creer lo contrario- la gente que cree en alguna religión, alguna vez se tiene que haber planteado ciertas cuestiones, como: ¿Dios de verdad existe? ¿Jesús hacía milagros o en realidad sabía un cacho de medicina? ¿Moisés realmente abrió un río por la mitad o es una metáfora?. A esta altura de la humanidad hay ciertas respuestas que empiezan a parecer obvias. Entonces yo digo: ¿no se está engañando a sí misma esta gente? ¿Acaso no se debería considerar que el mayor pecado es engañarse a uno mismo?. ¿Y acaso la religión no es eso: un engaño?.
Hace muchos años, cuando los fenómenos no tenían explicación (y no es que ahora todos los fenómenos tengan su explicación) pero antes me parece que era hasta lógico, pensar en dioses y fuerzas sobrenaturales que manejaban el universo a su antojo. Pero ahora...ahora no. Ya no es lógico creer en eso. Es decir: yo no digo que no exista Dios (o Alá o Adonai) yo digo que me parece ridículo que la gente siga orándole a un Dios que nunca vieron, que nunca escucharon...y...que...
Me harté.
Y en fín: si herí la sensibilidad de alguien lo lamento poco. Este es mi blog y yo escribo lo que quiero.
Por momentos no podía creer las cosas que escuchaba y por momentos directamente no escuchaba.
La gente como rebaños. La gente...¡cómo puede ser tan estúpida!.
Como dijo el tipo de arbitrario.com: "la religiosidad ya debería ser considerada como una enfermedad mental". Tal cual.
Como decía, la gente como rebaños, escuchando, prometiendo cosas que jamás van a cumplir: estudiar la biblia: ¡¡¡¿QUIÉN EN SU SANO JUICIO SE VA A PONER A ESTUDIAR LA BIBLIA?!!!. Y lo digo con conocimiento de causa: tengo la certeza de que la persona que juró estudiar la biblia para siempre, sale de ahí y no sabe ni que juró ni que dejó de jurar. Cabras. La gente que sigue una religión más que seres humanos para mí son cabras. Y lo peor, es que -y no quisiera creer lo contrario- la gente que cree en alguna religión, alguna vez se tiene que haber planteado ciertas cuestiones, como: ¿Dios de verdad existe? ¿Jesús hacía milagros o en realidad sabía un cacho de medicina? ¿Moisés realmente abrió un río por la mitad o es una metáfora?. A esta altura de la humanidad hay ciertas respuestas que empiezan a parecer obvias. Entonces yo digo: ¿no se está engañando a sí misma esta gente? ¿Acaso no se debería considerar que el mayor pecado es engañarse a uno mismo?. ¿Y acaso la religión no es eso: un engaño?.
Hace muchos años, cuando los fenómenos no tenían explicación (y no es que ahora todos los fenómenos tengan su explicación) pero antes me parece que era hasta lógico, pensar en dioses y fuerzas sobrenaturales que manejaban el universo a su antojo. Pero ahora...ahora no. Ya no es lógico creer en eso. Es decir: yo no digo que no exista Dios (o Alá o Adonai) yo digo que me parece ridículo que la gente siga orándole a un Dios que nunca vieron, que nunca escucharon...y...que...
Me harté.
Y en fín: si herí la sensibilidad de alguien lo lamento poco. Este es mi blog y yo escribo lo que quiero.
1 Delirios ajenos:
Amen
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