¡Eso es vida!
Mi perra duerme todo el día. Cuando se despierta viene hasta donde yo estoy y me pone el hocico calentito debajo del brazo para que le haga mimos. Y yo le hago. Cuando se harta de recibir amor, del más sincero y puro que hay, se retira a sus aposentos para seguir descansando. La muy perra.
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