sábado, octubre 21, 2006

Tiempos

Sentir que el tiempo es por demás imperceptible. Sentir que los minutos deberían ser más largos, las horas eternas: los días infinitos. No me adapto a este ritmo de carreras de velocidad, de tiempos huracanados: soy demasiado lenta para este mundo. Se me va. Es como si el tiempo se me fuera de las manos, y cuando menos me doy cuenta, ya pasaron dos, tres, cuatro años. Y yo igual. Maia sigue siendo la misma de siempre. Y sigo sin progresar en ningún sentido.

Estoy como estancada dentro de mi.

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