Narajita
- Son dos pesos nomás - le dice el naranjita trucho a Consuelo.
Consuelo le da un billete de dos pesos y le dice:
- No me diga "son dos pesos nomás" como si no fueran nada, por que yo tengo que trabajar mucho para ganarlos.
- Y buuueeenooo m'ja, pero ió no hago nada con dos pesos...no me alcanza ni para un choripán...¡cuatro pesos me cobran el choripán, acá al lado! - dice señalando el puesto de choripanes -
- ¡Entonces no coma choripanes! ¡Coma otra cosa!.
- ¿Y qué querés que coma? ¿Verduras?
- Ohhhh....¿qué tiene de malo comer verduras?. Ami me encantaría poder comer caviar todos los días, pero no. Yo no la cago a la plata.
- Pero..m'ja, no me alcanza ni para un vino, ni una cerveza. Encima la municipalidad se lleva la mitad: yo cobro dos pesos y ellos me sacan uno.
- Bueno. Pero ami lo que me molesta es que ustedes digan "dos pesos nomás" como despreciando esos dos pesos. Yo salgo y no tomo nada, pero tengo que pagarles a ustedes dos pesos, para que encima los desprecien. Yo con dos pesos le pongo gas al auto ¿sabe?.
- ¿Gas? ¿Con dos pesos nada más? ¿A cuánto está el gas?
Yo me rio ante la pregunta completamente descolgada del viejo. Consuelo también se rie.
- ¡Qué sé yo a cuánto está el gas!.
Che, vamos, le digo. Dejalo en paz al viejo. Yo ya me había divertido lo suficiente.
Consuelo arranca el auto y nos vamos. Cuando me doy vuelta, el viejo está puteando entredientes.
Consuelo le da un billete de dos pesos y le dice:
- No me diga "son dos pesos nomás" como si no fueran nada, por que yo tengo que trabajar mucho para ganarlos.
- Y buuueeenooo m'ja, pero ió no hago nada con dos pesos...no me alcanza ni para un choripán...¡cuatro pesos me cobran el choripán, acá al lado! - dice señalando el puesto de choripanes -
- ¡Entonces no coma choripanes! ¡Coma otra cosa!.
- ¿Y qué querés que coma? ¿Verduras?
- Ohhhh....¿qué tiene de malo comer verduras?. Ami me encantaría poder comer caviar todos los días, pero no. Yo no la cago a la plata.
- Pero..m'ja, no me alcanza ni para un vino, ni una cerveza. Encima la municipalidad se lleva la mitad: yo cobro dos pesos y ellos me sacan uno.
- Bueno. Pero ami lo que me molesta es que ustedes digan "dos pesos nomás" como despreciando esos dos pesos. Yo salgo y no tomo nada, pero tengo que pagarles a ustedes dos pesos, para que encima los desprecien. Yo con dos pesos le pongo gas al auto ¿sabe?.
- ¿Gas? ¿Con dos pesos nada más? ¿A cuánto está el gas?
Yo me rio ante la pregunta completamente descolgada del viejo. Consuelo también se rie.
- ¡Qué sé yo a cuánto está el gas!.
Che, vamos, le digo. Dejalo en paz al viejo. Yo ya me había divertido lo suficiente.
Consuelo arranca el auto y nos vamos. Cuando me doy vuelta, el viejo está puteando entredientes.
0 Delirios ajenos:
Publicar un comentario
<< Home