Gemelas
Por aquellas épocas eramos las dos altas, flacas, esbeltas. De pelo rojizo y ondulado. No éramos indiferentes ante la mirada de nadie. Eramos tan parecidas que algunos sentenciaban un lazo de sangre entre nosotras: decían que éramos hermanas.
Un día algo empezó a funcionar mal. Yo me convertí en la gemela malvada. Envidiosa, egoísta, competitiva.
A ella la querían todos. Era tan hermosa y tan buena que nadie podía resistirse a su encanto.
Los años pasaron para las dos, ella triunfó en su vida: yo no.
Yo estoy encadenada a una pared. Como ojos de pescado que me traen en un taperware. Y de vez en cuando espío por la ventana.
Un día algo empezó a funcionar mal. Yo me convertí en la gemela malvada. Envidiosa, egoísta, competitiva.
A ella la querían todos. Era tan hermosa y tan buena que nadie podía resistirse a su encanto.
Los años pasaron para las dos, ella triunfó en su vida: yo no.
Yo estoy encadenada a una pared. Como ojos de pescado que me traen en un taperware. Y de vez en cuando espío por la ventana.
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