Me pruebo a mi misma. Me encanta el ejercicio porque tiene cierta adrenalina. De hacer lo incorrecto, de superar el límite, de ver en qué medida coinciden mis fantasías con la realidad. El juego lo tiene todo y sobre todo tiene el peligro de cometer errores irreversibles, entrópicos. La disyuntiva siempre es el si y el no. O cuando me pongo daltónica, bicromático: blanco y negro.
Juego también a que atormentarme, qué divertido es!. Ponerme en escenarios tan improbables como crueles. Y juego a jugar que son verdaderos. Es fantástico. Ver mi cara de espanto, mi anatomia entera temblando de terror, la caras, los ojos ajenos espantados por la situación y cuchichendo en otros oídos que nunca escucharon mis canciones.
No obstante también juego a sentirme bien. A explorarme y a encontrar la verdad. Y esa verdad es plomo en las manos de un alquimista. Es el sentido de la vida, es el número mágico y es por si acaso el nombre de Dios.
Magic fumeta.
Alalalalalong.
1 Delirios ajenos:
Qué lindo es jugar!!! Como cuando érmaos pequeños!!! Además: el alalalalalong lo sentí en el pecho apenas lo leí.
Publicar un comentario
<< Home