lunes, febrero 02, 2009

Nos duele la cabeza como un lazo ilustrativo y solidario que nos une al uno con el otro. Nos emocionamos escuchando Smells like teen spirit mientras tomamos té de hierbas. Casi siempre todo es si, si, si. Aveces hasta parece que es fácil. Otra veces...simplemente no.



Hoy es raro. Es como si hubiera estado durmiendo la siesta durante toda la tarde. Y como si me hubiera despertado con un hilo de baba colgando de la comisura de la boca, con la almohada húmeda, el ruido de las 8 de la tarde, la luz de las 8 de la tarde y un sueño (loco loco) aturdiéndome desde adentro de la cabeza.



Facultad, burocracia. Otra vez soy la misma estúpida que llega para la hora del postre. En mi vida siempre hay flanes y pocas veces algún plato principal (que suele ser pollo al horno con papas noisset). En fin. Un año académico perdido, un trabajo que cada día me entristece más y ni un puto bombero voluntario que me ayude a salir de este pozo en el que me caigo cada día un poquito más.



Pero lo más importante es que nuestro dolor de cabeza me resulta tan romántico. Tan cercano, doloroso y compartido...Tan migral, tan desesperante, tan simbiótico...

2 Delirios ajenos:

Blogger Extraño said...

Muy buena la frase del bombero. La voy a meter en algún tema. ¿O te la robaste de algún lado?

5:57 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Que bueno que tengas a alguien en tu vida para compartir todas esas cosas.
A veces el insoportable dia a dia, se hace menos pesado sabiendo que cuando llega a su fin tenes alguien con quien compartirlo.
Por mas tonto que parezca, eso hace que valga la pena levantarse al otro dia. Disfrutalo, a veces se va sin que te des cuenta por que...

6:38 p. m.  

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