viernes, noviembre 02, 2007

Podría hacer una lista de ciertas cotideaneidades que odio, pero no tengo ganas de pensar. Y mucho menos en cosas que odio.

Estoy cansada, caliente y entregaría con sumo placer la virginidad de mis orejas por un faso.

Aparte hoy también tuve una reminiscencia velóz pero más que interesante. Y hace dos noches soñé con muchas cucarachas.

Pero la vida continúa y yo sigo sin decirle que aveces tengo ganas de romperle una maceta en la cabeza. Sigo sin decírselo y sin ejecutar mi plan macabro porque creo que no hacerlo encajaría dentro de ciertas normas de convivencia tásitas, las cuales prefiero respetar antes que ser víctima de mis propios impulsos violentos. Porque mi parte irracional también es algo violenta.

Con decirte que una vez me enojé y rompí una silla a martillasos...

0 Delirios ajenos:

Publicar un comentario

<< Home