jueves, noviembre 01, 2007

"Hola"

Una señora gorda. El viejo al que le dedico mi primera palabra del día (hola), que me habla de lo atrasado que viene el colectivo. Me confiesa que al chofer lo apodó: el chino. Y amí me causa risa que me cuente esa intimidad.

Pasaron 45 minutos desde que me desperté y "hola" sigue siendo mi primera palabra del día.

En el colectivo permanezco como un ente. Un ente dormido y encapsulado.

El perro que se parece a "Huesos" me hace sonreir por segunda vez. Es amoroso. Cada día espero que el colectivo frene en ese semáforo para poder mirarlo. Por momentos observo al "chino" por el espejo retrovisor. Siempre que miro a alguien por un espejo retrovisor, pienso que parece una persona distinta a como se ve de frente. Siempre lo pienso. Siempre pienso lo mismo.

Después mi cerebro adormecido me proyecta una película de sexo. Una pija húmeda. ¡Bendita sea la pija húmeda y calentita!.

- ¿A dónde estuviste todo este tiempo, hermoso apéndice masculino?

- Entre este par de piernas, nena.

TOC (síndrome obsesivo compulsivo) y una pregunta del test que decía algo así como: ¿Imagina escenas de sexo con personas o en lugares poco comunes?. ¡Qué te voy a decir, test...!. ¡Claro que sí!. "Este test se pasa de indiscreto", pienso. Pero sigo respondiendo.

Nunca sé el resultado.

Después de todo ¿para qué quiero saber si tengo síndrome obsesivo compulsivo, si sé que al terminar la semana voy a tener una pija húmeda y calentita toda para mí...?.

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