lunes, octubre 23, 2006

Oime bien

Vos callate la boca y escuchame. No me mires con esa cara de carnerito perdido de su manada, ni te lleves la mano a la boca como si fueras una vieja viendo el precio de la carne. Callate y escuchame atentamente lo que te voy a decir, carajo.

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