Viernes: danger. Parte II.
Salgo del ciber.
Prendo un cigarrillo.
Camino rápido. No,no maté a nadie.
Son las 17:10 y quiero ver a mi abuela.
Me encuentro con el guardia en la puerta. Nos miramos de reojo, pero no me dice ni mú.
Subo sola el cubículo diminuto que tiene un cartel que dice con mucha honra: ascensor.
"Esta vez no se me va a trabar la puerta", pienso con fé cristiana.
Aprieto el "5" con desición y cuando abro la puerta no tengo la menor idea de donde estoy.
No es el lugar donde estuve antes.
Hay gente sentada en sillones, pero no hay enfermeras ni guardias: ni siquiera médicos.
Busco la habitación: 502.
Abro despacito la puerta: ahí estaba.
Media dormida, media despierta.
.......................................
Me habla (o murmura) todo el tiempo de mi mamá: es obvio que la extraña muchísimo y probablemente, verme ami le recuerde a ella.
Me pregunta lo mismo cada 10 segundos, sin embargo yo no me impaciento y le respondo con tranquilidad: "el 21 de junio", una y otra vez.
Para curarla tienen que darla vuelta. Su cuerpo es enorme y parece una versión de Europa del este de las gorditas de Botero.
Su vagina lampiña parece la de un angel. Y la belleza de su piel está intacta: mi abuela, con 90 años, sigue siendo preciosa.
La ponen de costado y se duerme; el cambio de posición evidentemente la relajó. Se duerme con una mano en la cara: como yo, como mi sobrina.
Y me voy.
(sin duda, y como no podía ser de otra manera se me pasó el colectivo de vuelta a casa).
Prendo un cigarrillo.
Camino rápido. No,no maté a nadie.
Son las 17:10 y quiero ver a mi abuela.
Me encuentro con el guardia en la puerta. Nos miramos de reojo, pero no me dice ni mú.
Subo sola el cubículo diminuto que tiene un cartel que dice con mucha honra: ascensor.
"Esta vez no se me va a trabar la puerta", pienso con fé cristiana.
Aprieto el "5" con desición y cuando abro la puerta no tengo la menor idea de donde estoy.
No es el lugar donde estuve antes.
Hay gente sentada en sillones, pero no hay enfermeras ni guardias: ni siquiera médicos.
Busco la habitación: 502.
Abro despacito la puerta: ahí estaba.
Media dormida, media despierta.
.......................................
Me habla (o murmura) todo el tiempo de mi mamá: es obvio que la extraña muchísimo y probablemente, verme ami le recuerde a ella.
Me pregunta lo mismo cada 10 segundos, sin embargo yo no me impaciento y le respondo con tranquilidad: "el 21 de junio", una y otra vez.
Para curarla tienen que darla vuelta. Su cuerpo es enorme y parece una versión de Europa del este de las gorditas de Botero.
Su vagina lampiña parece la de un angel. Y la belleza de su piel está intacta: mi abuela, con 90 años, sigue siendo preciosa.
La ponen de costado y se duerme; el cambio de posición evidentemente la relajó. Se duerme con una mano en la cara: como yo, como mi sobrina.
Y me voy.
(sin duda, y como no podía ser de otra manera se me pasó el colectivo de vuelta a casa).
2 Delirios ajenos:
Very best site. Keep working. Will return in the near future.
»
I really enjoyed looking at your site, I found it very helpful indeed, keep up the good work.
»
Publicar un comentario
<< Home