sábado, marzo 18, 2006

Reflexiones en el cuarto de baño

Y mientras me hablaba de ese pobre tipo, yo intentaba disimular que estaba traspirando, que me picaba la cara y que me ponía nerviosa: el secreto mejor guardado.
Después fuí al baño (la primera de cientocincuenta en la noche), me senté en el inodoro y pensé: ''se me tiene que pasar. No estoy loca, solamente tengo miedo de estarlo''. Me miré en el espejo de reojo. Estoy tan horrible que no quiero ni mirarme. Después salí. Creo que ya no estaban hablando del esquizofrénico. Menos mal. Me tranquilicé. Mientras estaba sentada en el baño también pensé algo: una herramienta: una forma de convencerme de que no estoy loca. Pensé que, por lo menos yo, siempre trato de tomar una determinada actitud frente a la actitud de las demás personas. Inentendible. A ver...explico con ejemplo. Si la otra persona que pertence a la relación, es de poco hablar, seguramente yo voy a hablar mucho, mas de lo que hablo con una persona que habla mucho. Es decir, siempre me flexibilizo al otro. Siempre trato de mantener un equilibrio. Entonces, pensé, que si yo estoy con alguien que está mas desquiciado que yo, probablemente, tenga que tomar las riendas de la cordura y ponerme el disfráz y trabajar en la relación de persona normal. No sé. Quizás sea una estupidés. Al menos, tiene su lógica.

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