martes, diciembre 25, 2007

...y yo le decía a la Licenciada: "mire licenciada, mi problema es que me dí cuenta de que soy una mierda como persona".

Y entonces ella levantó la vista de su cuadernito y yo le dije con vergüenza: "todo este tiempo me sirvió para darme cuenta de eso, licenciada".

Tomo un trago de agua tibia y sigo con mi perorata de siempre:

"...pero no sólo eso. También me dí cuenta de que soy tanto o más idiota que una fulana cualquiera. De ahí mi complejo de inferioridad y todo lo que eso trae como consecuencia", le dije.

Prendí un pucho y seguí. Pero ántes pensé si ella querría que yo le convidara un cigarrillo. Pero no le dije nada.

"...eso me hace pensar que si todos son como yo el mundo es mucho más decadente de lo que pensaba...".

"..estoy desilucionada de mí y de las personas en general. De ahí mi inmenso amor a los perros...".

Jugaba con alfileres y mi vocación era desatar nudos. Me había imaginado mi negocio en una esquina de acá cerquita: yo lo que quería era desatar nudos de cordones de zapatillas, por ejemplo. Pero nunca se lo dije a nadie porque yo tenía 7 años y tenía que querer ser médica, o arquitecta o incluso bombera.

Ella ahora plancha camisas y amí esa amadecasitud me perturba, vaya uno. Vaya uno a saber porqué. Porque me perturba, digo.

Y hoy también es día de no hablar.

- ¿Para vos este fué un año bueno o un año malo?.

- Tuvo cosas buenas y cosas malas - le respondo casi mecánicamente.

La noche termina en casa cuando me despierta el teléfono.

"¿Qué hacías? ¿Tenés ganas de coger?".

Lo pienso una vez y media y sigo durmiendo.

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