Un día en la vida de Maia
Un frío que se te mete adentro de los huesos. El viento que me despeina. Mi mamá dice un chiste y nadie se ríe. No fué gracioso lo que dijo. La mezquinación de mi amor para con ED me hace infeliz y me alimenta el ego al mismo tiempo. Hoy un hombre de mediana edad salía de un edificio y yo -que justo pasaba por ahí- escuché que me dijo "qué linda que sos". Creo es que consecuencia de mi raro peinado nuevo. Tengo la leve sospecha de que me queda bien. En fín. También descubrí que en ciertas circunstancias me gusta hacer tiempo. Es como si reservara para hacer un montón de cosas para "cuando tenga tiempo libre" y como "hacer tiempo" y "tener tiempo libre" son dos formas de decir casi lo mismo, aprovecho y hago todas esas cosas que tenía pendientes. Pero hace un frío que duele. Hoy yo estaba en la catedral. También estaba en la plaza San Martín. Y en la ciudad universitaria. Hoy yo estuve caminando. Volviéndome y sin saber a dónde ir. Hoy entré a un ciber y me fuí porque no me gustaba el monitor. Me cobraron treinta centavos. Dí varias vueltas a la manzana. La muerte de Fontanarrosa no me fué ni me vino. El colectivo pega un frenaso y yo me caigo encima de una rubiacarademuñeca. La rubiacarademuñeca innmutable se ríe detrás de su bufanda. Y también una señora y una nena. La señora lleva la mochila de la nena y me pega. Me pega. Me pega. Me pega en la pierna y yo tengo ganas de decirle si puede controlar el movimiento de la maldita mochila porque me está pegando desde hace diez minutos en la pierna.
Todo el tiempo pienso en FD. Pienso en llamar y cortar. Pero su vos diciendo "¿hola?", me da un pánico indescriptible. Es como un arma mortal que amenza contra mi desequilibrada estabilidad. Pienso en llamarlo desde el celular como si su número se hubiese marcado por una casualidad cósmica. Pero tampoco. No tiene sentido.
Busco formas de encontrarme con él. Pero ninguna sirve. Porque en realidad lo que yo estoy buscando es que él se encuentre conmigo.
Todo el tiempo pienso en FD. Pienso en llamar y cortar. Pero su vos diciendo "¿hola?", me da un pánico indescriptible. Es como un arma mortal que amenza contra mi desequilibrada estabilidad. Pienso en llamarlo desde el celular como si su número se hubiese marcado por una casualidad cósmica. Pero tampoco. No tiene sentido.
Busco formas de encontrarme con él. Pero ninguna sirve. Porque en realidad lo que yo estoy buscando es que él se encuentre conmigo.
5 Delirios ajenos:
Hey saludetes, espero que andes bien,
Tom
http://www.fotolog.com/pisselesflog_tom
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Y si lograses que por alguna "causualidad" él se encuentre contigo...Que harias en ese momento?
No sé. La verdad que no sé. Cada vez que me lo imagino pienso algo distinto...
Acabo de confundirme y perderme en tu relato y en tus hombres...ED y FD no son la misma persona no?
Tuve q ir y venir en el relato para ver que decias cosas opuestas de ambos, asi q seguramente no lo son...pero sacame la dudaaaa!!!!
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