viernes, mayo 25, 2007

24 de mayo

Un chica triste está sentada en un sillón de cuero azul. Cruza las piernas. Saca algo de una cartera de plástico horrible. Mira la hora. Prende un cigarrillo. Tengo la impresión de que está resignada a ser fea. Se resigna a saber que nunca va a poder robarle el novio a nadie. Mira pasar a los chicos guapos. Con sus novias guapas. Y eventualmente con sus hijos guapos. Me da pena. Mucha pena.

Cuánto de las otras personas hay en uno mismo.

Cuánto de uno mismo habrá después.

Otra chica. Preciosa. A la que no puedo dejar de mirar, se la ve feliz. Es una auténtica belleza. Tiene una carita perfecta. Es simpática. Rara. Me cae bien. Odia el humo del cigarrillo. Tiene un gorro de lana y una bufanda haciendo juego. Dice algo sobre los átomos y me mira.

Cuánto de ella hay en las demás personas.

Cuánto de ella hubo alguna vez en mí.

2 Delirios ajenos:

Anonymous Anónimo said...

Hola maia:
Esta nota es excelente, me encata leer tus articulos.

2:39 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Gracias solo tú.

2:41 p. m.  

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