domingo, septiembre 03, 2006

El baño final

Ella se estaba lavando la cabeza cuando vió por primera vez que la tensión bajaba. La luz se apagaba y se prendía, motivo por el cual decidió enjuagarse rápido el pelo para salir de la ducha. "No quiero morirme carbonizada", pensó.

Se terminó de vestir en el baño (para aprovechar el calorcito del vapor) cuando se cortó la luz. Se escucharon pasos en el pasillo y una voz familiar que dijo: "¿qué habrá pasado?".

Mientras se ponía las zapatillas sentada en el inodoro alguien abrió la puerta. Era un hombre. "No hagas ruido", le dijo susurrándole al oido. "Te vine a buscar. Me estabas esperando ¿no?". Ella se quedó pasmada. No era cierto que lo estaba esperando, aunque en cierto punto si. Esperaba a alguien. A alguien sin nombre ni apellido. Sin cara. Sin voz. Ella esperaba a un total desconocido, pero a nadie en especial. "¿Estás vestida?", le preguntó mientras le tocaba los brazos para comprobarlo con sus sentidos. "Agarrame de la mano y no digas nada". El le extendió la mano y ella lo agarró con fuerza y temblando (un poco por frío pero más que nada por miedo). Afuera todavía se escuchaban voces: "hay que llamar a los de la luz. Yo llamo y vos fijate si se cortó en toda la cuadra".

Salieron sin hacer ruido. Ella con el pelo mojado y él con una caja de herramientas en la mano. Caminaron varias cuadras por las calles oscuras, tomaron un taxi y nunca más la volvieron a ver.

4 Delirios ajenos:

Blogger G. said...

Muerte.

10:28 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

¿Amor?

10:36 p. m.  
Blogger once said...

Se fugó con el electricista... que era un vecino, y estaba enamorado de ella de verse en el portal a diario.

8:27 a. m.  
Blogger G. said...

Si, mejor amor. ;)

10:26 a. m.  

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