sábado, agosto 19, 2006

R.I.P

Confieso que me gusta leer los avisos fúnebres.

Tomé esta costumbre desde que una vez cuando tenía 12 años fuimos con el colegio a visitar un asilo de ancianos. Yo me elegí para charlar a una viejita (re viejita) que al irme me regaló un pañuelito con flores.

Desde ese día quise poder tener la posibilidad de enterarme de su muerte. Nunca me enteré (pero supongo que ya debe haberse muerto o debería tener 180 años mas o menos), pero la costumbre me quedó.

Y otras veces tengo una costumbre mucho más morbosa que esa. Y es imaginar mi propio aviso fúnebre. Por las dudas ya sé que foto quiero que pongan.

2 Delirios ajenos:

Blogger G. said...

Mi vieja tiene tu misma costumbre.

6:27 p. m.  
Blogger once said...

Yo sólo sé que quiero que me incineren.

También veo las necrológicas... por si se conoce a alguien.

Morbo.

9:34 p. m.  

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