Darlos y recibirlos
Odio los consejos. Pero no todo tipo de consejos. Sino esos hechos horriblemente con frases hechas y ya escuchadas y leídas en almanaques de librería religiosa. Esos consejos que te da (o que das) a personas que:
- no conocés, entonces generalizás con estas frases inventadas.
- no sabés que decirles pero tenés que decirles algo por la persona te pide con la mirada que por favor le digas, por ejemplo: "no te preocupes, todo va a estar bien".
Ayyy....y yo las digo pero con tanto resquemor, con una frustración tan grande de no poder decirle algo realmente valioso que incluso las digo con vergüenza.
Y cuando me lo dicen ami...la gente te lo dice con buena onda...pero ami me dan ganas de decirles "para decirme esa pelotudés mejor te hubieras quedado callado y hubiéramos los dos disfrutado de un hermoso ratito de silencio".
- no conocés, entonces generalizás con estas frases inventadas.
- no sabés que decirles pero tenés que decirles algo por la persona te pide con la mirada que por favor le digas, por ejemplo: "no te preocupes, todo va a estar bien".
Ayyy....y yo las digo pero con tanto resquemor, con una frustración tan grande de no poder decirle algo realmente valioso que incluso las digo con vergüenza.
Y cuando me lo dicen ami...la gente te lo dice con buena onda...pero ami me dan ganas de decirles "para decirme esa pelotudés mejor te hubieras quedado callado y hubiéramos los dos disfrutado de un hermoso ratito de silencio".
0 Delirios ajenos:
Publicar un comentario
<< Home