lunes, junio 26, 2006

La vengaza del pelotudo

Después de varios días sin aparecer (y ya preocupada por su no muy sutil desaparición), decido llamarlo por teléfono para saber que le pasa.

Me atiende con una actitud de secretario del presidente de la congregación de pelotudos atómicos, y me dice: "es que estuve en Buenos Aires".

- ¿Y el trabajo de la facu que estábamos haciendo?.

Y acá paremos la mano. Acá es donde yo reconosco mi error (o mis errores).

Errores a confesar: 1) lo trato mal y de vez en cuando le digo en la cara que es un pelotudo , 2) soy vaga y no hago nada de lo que quedo en hacer de ese bendito trabajo para la facultad, 3)cuando viene, practicamente lo termino echando de mi casa.

- Ya lo hice y se lo presenté al profe y me dijo que estaba muy bien.

(y pone voz de político satisfecho cuando dice "muy bien").

Y empieso a sentir como todo lo que le hice se me vuelve en contra. Tengo miedo de que el imbécil me diga: "ahora que al trabajo lo hice yo solo, vos te quedás afuera y vas a tener que hacerlo vos sola". Y pienso: "seguro que el pelotudo este se está vengando por como lo traté siempre" (aunque también lo trato bien, le sirvo café con galletitas y lo escucho, tampoco soy tan mala).

Y pongo voz de persona pobre que quiere ocupar un cargo político en la congregación de pelotudos atómicos: voz de "por favor, necesito ese puesto, mi familia depende de ese trabajo". Y le digo:

- ¿Y cuándo nos juntamos a hacer lo que falta?.

- Venite esta tarde a casa. Te llamo cuando salga del laburo.


Y respiro otra vez tranquila.

1 Delirios ajenos:

Blogger El Paseante said...

Ayayayayay...
No abuses de los santos. También se les termina la paciencia

;-)

8:02 p. m.  

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